Comienza el juicio en Pekín contra ministro que ganó 10.530 millones de dólares en sobornos
Liu Zhijun, ministro de Ferrocarriles, aprovechó su posición y dio contratos a empresarios a cambio de sobornos
El exministro chino de Ferrocarriles Liu Zhijun fue llevado a juicio hoy en Pekín por cargos de corrupción y abuso de poder, más de dos años después de que fuera destituido de su cargo y tras la decisión del nuevo Gobierno del país asiático de desmantelar el Ministerio que lideraba.
Según la agencia oficial Xinhua, Liu "tomó ventaja" de su posición y ayudó a 11 empresarios a promoverse y ganar contratos, a cambio de 64.600 millones de yuanes (10.530 millones de dólares) en sobornos desde 1986 a 2011.
Más información
Uno de ellos fue el magnate de los negocios Ding Yuxin y varios parientes de éste, a quienes Liu ayudó a obtener contratos de construcción de ferrocarriles y a adquirir acciones en una compañía "saltándose las normas y jugando al favoritismo", dice el acta judicial, según Xinhua. "La mala praxis de Liu ha supuesto enormes pérdidas públicas en detrimento de los intereses de la gente, por lo que debería ser considerado responsable criminal de corrupción y abuso de poder", subraya el documento.
El exministro fue acusado de corrupción y expulsado del Partido Comunista chino (PCCh) en febrero de 2011 por desviar, supuestamente, un 4 por ciento de las cantidades correspondientes al conjunto de contratos que firmaba.
Liu fue el responsable de gestionar la gigantesca red de ferrocarriles chinos desde 2003, momento en el que su Ministerio era el segundo más poderoso del Ejecutivo, tras el de Defensa. Su segundo, Luo Jinbao, ya fue acusado el pasado diciembre de sobornos en forma de dinero en efectivo, automóviles y bienes de lujo para influir en las ofertas de licitación de nuevas líneas y evitar que algunas compañías fueran castigadas por violaciones del código de construcción.
La sucesión de escándalos concluyó el pasado marzo con el desmantelamiento del Ministerio de Ferrocarriles, después de que así lo aprobara el pleno del Legislativo chino en la celebración de la Asamblea Nacional Popular (ANP). Una corporación dependiente del Ministerio de Transportes gestionará y comercializará el servicio de ferrocarriles, después de que la potencia asiática anticipara que abriría el sector a la inversión privada en una decisión sin precedentes.