Casa Julio, en la Toscana valenciana

VALENCIA

En Ser Viajeros seguimos apostando por comer bien, parte fundamental de un viaje. Conocer la gastronomía local es como convivir con el sentimiento más profundo y sincero de los habitantes de la zona que visitamos. Tuvimos hace unos meses la ocasión de hacer el programa en directo en la Font de la Figuera. Y disfrutamos conociendo el maravilloso paisaje, lleno de viñedos, y el calor de su gente. Ahora comemos en Casa Julio.

Casa Julio, es un restaurante situado en pleno centro de Fontanars dels Aforins, en la calle Conde de Salvatierra, 9. Su cafetería está basada en las costumbres locales del almuerzo y picoteo, donde predominan las raciones al centro de pescado fresco, arroces y productos típicos, servidos con rapidez y familiaridad. Pero si se visita la zona con tiempo, recomendamos pasar al restaurante. Decorado con un ambiente vanguardista, guarda en su cocina las recetas más tradicionales con un toque innovador, que le hicieron conseguir una estrella Michelin en 2010. Y es que sus productos, siempre frescos, llegan a diario desde la Lonja de Santa Pola, o Mercavalencia.

La familia Biosca-LLin, lleva 50 años regentando este establecimiento. El responsable de cocina es José Luís Ungidos, que ha aprovechado sus años de experiencia en Bilbao, San Sebastián, Navarra y Cantabria, para ensamblar sus ideas a la cocina de la zona, ofreciendo una carta de temporada repleta de guiños a la gastronomía anterior. En el Ser Viajeros nos atendió Julio Biosca, el propietario. Y dió las claves del éxito de su restaurante. "Nos gusta sorprender con una tapa muy tradicional en la zona, que nosotros convertimos en algo totalmente diverso" Y es que la típica sepia a la plancha se transforma en hamburguesa, con el color verde del perejil y el oscuro de la tinta de la sepia" Según Julio "los comensales se extrañan cuando la comen por su aspecto, pero la disfrutan mucho". Un clásico es el arròs amb penques, que es una variante del arròs amb fesols y naps. Las recetas de nuestras abuelas, que cocinaban con tanto cariño, pero con técnicas más modernas, porque se rebaja la intensidad del sabor. Pero de cara al verano hay que probar el gaspacho, "con pepino, pero con un toque aromático a hierba luisa, como huele en la zona muchas mañanas". Julio lo mezcla con la sandia y con colas de gambas. " Buscamos la foto bonita pero siempre resaltando sobre todo el sabor" Y ya para terminar, la reposteria de las abuelas, de nuevo. Postres preparados con almendra, con piel, para dejar un gusto amargo, -como el amaretto italiano- acompañado de un helado de café. Todo esto, regado con vino de la bodega "cuidadosamente acondicionada para la conservación de más de cien referencias seleccionadas, incluidas las de la zona" Esto es Casa Julio. Una parada obligada en la comarca de la Vall d'Albaida.