Las compras de turismos de los particulares no compensan el desplome de las empresas
El sector calcula que en julio se agotarán ya las ayudas del plan PIVE 2
En junio se vendieron 72.766 turismos en España, un 0,7% menos interanual. Como viene sucediendo en los últimos meses es el peor mes de junio desde 1987. Remontan las compras de los particulares, un 13,6% interanual, y las de las alquiladoras, un 3%, pero siguen bajo mínimos las de las empresas en general, que se hunden un 24,4% respecto a junio de 2012.
En el primer semestre del año el balance es también negativo. Se han vendido 386.353 turismos, un 4,9% menos interanual. Las compras de las empresas han caído un 22,8%, las de las alquiladoras un 2,5%. Y sólo presentan balance positivo las compras de los particulares, con un incremento del 6,5%.
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Está claro que sólo las ayudas públicas a la compra del plan PIVE 2 están sirviendo de muletas a un sector que no levanta cabeza en el mercado español, que sigue en niveles por debajo de los mínimos de las crisis de los 90, con una población en España mucho menor que la actual. Hay que remontarse a 1986 para ver cifras más bajas que las actuales.
El plan PIVE 2 llega a su fin
Y está por ver qué sucederá cuando se agoten las ayudas del plan, dotado con 150 millones de euros. Según los datos del sector al terminar junio se habían realizado ya 115.000 reservas. El ritmo actual es de 2.000 reservas diarias, con lo que se da por hecho que en este mes de julio se habrá comprometido ya toda la dotación económica.
Para David Barrientos, portavoz de la patronal de fabricantes ANFAC, "los datos indican que son incentivos como el plan PIVE la la economía española le cuesta mucho recuperar ahora mismo la venta de coches". "Pero, por el momento -añade- el sector está centrado en el plan en vigor". Es decir, no se plantea aún pedir al gobierno una prórroga, una nueva inyección de dinero público a la espera que la demanda se recupere sin necesidad de muletas.
En este sentido, el sector considera imprescindible recuperar las compras de las empresas. Y está a la espera de la política de estímulos a la actividad de las pymes para que éstas aborden una renovación de vehículos que vienen aplazando por la necesidad de atender necesidades más urgentes.