La Audiencia Nacional aprueba la extradición de un opositor a Kazajistán
El abogado defensor y organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional denuncian la decisión de la Audiencia Nacional
La Audiencia Nacional ha decidido hoy la entrega de un opositor a Kazajistán, un país con el que el gobierno español ha firmado un tratado de extradición a pesar de las violaciones de derechos humanos. La defensa recurrirá la decisión e insistirá en la petición de asilo político
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Alexander Pavlov, guardaespaldas de uno de los principales líderes de la oposición a la dictadura de Kazajistán, será entregado a ese país, según la decisión tomada este lunes por la Audiencia Nacional, que no ha encontrado indicios de persecución política. La defensa recurrirá esta medida, como ya ha hecho con la denegación del asilo político, una decisión tomada el pasado 5 de julio por el gobierno español.
Pavlov está acusado de un delito de terrorismo y otro de fraude bancario en Kazajistán. La defensa considera que se trata de un montaje, y solicita que se le permita quedarse en España porque cree que su entrega al régimen de Nazarbáyev, que lleva más de 30 años en el poder, viola las obligaciones internacionales de España. Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional respaldan a Pavlov, y creen que, de ser extraditado, puede ser torturado o sufrir malos tratos, así como enfrentarse a un juicio injusto.
El disidente kazajo era guardaespaldas de Mukhtar Ablyazov, que huyó del país en el 2009 y que ha logrado asilo político en el Reino Unido. Su mujer y su hija fueron protagonistas de una expulsión fulminante de Italia que provocó duras críticas al gobierno y al ministro del interior, Angelino Alfano, que se vio obligado a revocar la medida.
Ignacio Díaz de Aguilar, abogado de Pavlov, considera que España está firmando tratados de extradición con estados "que no tienen una mínima garantía democrática. Hay unas torturas generalizadas", explica a la Cadena SER, "el propio Tribunal de Derechos Humanos desaconseja la extradición a ese país, y nosotros firmamos un tratado con ellos como si fuera Suecia".
