Un desafío en forma de beso

"Si permitiéramos e hiciéramos todas estas cosas en las calles, temeríamos por nuestra nación" dijo la pertiguista rusa Elena Isinbayeva el jueves tras ganar el oro la competición de salto de pértiga. Dos días más tarde dos compatriotas de la pertiguista, las corredoras Kseniya Ryzhova y Tatyana Firova se besaron en el podio de Moscú en una de las imágenes del Mundial

Un beso entre dos atletas rusas en la cima del podio de Moscú tras ganar el relevo femenino de 400 metros se ha convertido en una de las imágenes que se quedarán en la retina de los espectadores del Mundial de atletismo que se celebra esta semana en Rusia. El gesto tiene tras de sí un gran componente político y es un reto para el gobierno ruso, que siempre se ha caracterizado por ser abiertamente homófobo.

El junio pasado el gobierno de Putin aprobaba una ley que busca perseguir las "relaciones sexuales no tradicionales". La normativa prevé sanciones para quien extienda "la idea tergiversada de que las orientaciones sexuales tradicionales y las no tradicionales tienen igual valor social", refleja aversión a los gais en la mayoría del país. La nueva legislación sanciona a quienes difundan información para formar en los menores "orientaciones sexuales no tradicionales", o para "presentar como atractivas las relaciones sexuales no tradicionales". También podrán ser sancionados quienes se dediquen a difundir "la idea tergiversada de que las orientaciones sexuales tradicionales y no tradicionales tienen igual valor social" y quienes "impongan información sobre las relaciones sexuales no tradicionales que provoque el interés por esas relaciones".

Precisamente este mensaje fue el que apoyó el jueves pasado la mejor atleta rusa de los últimos años. Elena Isinbayeva dijo en rueda de prensa que "los rusos nos consideramos gente normal, estándar; simplemente vivimos los chicos con chicas y las chicas con chicos. Viene de nuestra historia". Este mensaje dio la vuelta al mundo dando a conocer a mucha gente la homofobia que se promueve desde las instituciones políticas rusas.

Ante esta imagen este sábado dos mujeres decidieron reaccionar y proyectar al mundo una imagen de integración y de normalidad con un beso. Un simple beso pero que en el contexto político de Rusia significa mucho más. El gesto de Kseniya Ryzhova y Tatyana Firova en lo más alto del podio después de haber ganado el oro en el 4x400 fue una demostración de que no todo el mundo en Rusia piensa como Insinbayeva.

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