Fukushima sufre una nueva fuga radiactiva
El nuevo escape es más peligroso que los anteriores porque el agua radiactiva se ha podido filtrar directamente al océano Pacífico
Hasta ahora todas las fugas que tienen los tanques de la central se filtraban al subsuelo, esta nueva fuga vierte el agua contaminada directamente al mar. Representantes de Tokyo Electric Power, dueña de la planta nuclear, afirman que los vertidos seguirán aumentado si no se sella la fisura del tanque
Los operarios trabajan para descubrir de donde viene la pérdida, ya que no están seguros si el problema es del tanque o de los sistemas de conducción. El agua que contienen estos tanques es la usada para refrigerar los reactores, y su nivel de becquereles es de 80 millones por litro, lo que supone un alto porcentaje de radiación.
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Otro problema es el agua estancada en los sótanos que aumenta en unas 400 toneladas diarias y es el principal problema que encuentran los expertos de cara a la desmantelar la central. La planta vierte alrededor de 300 toneladas diarias al mar y las medidas adoptadas por la compañía van desde un muro subterráneo aislante hasta extraer el líquido contaminado por bombeo.
La compañía nipona espera tener listo en una semana un nuevo mecanismo de extracción formado por 30 tuberías cercanas a la costa que ahorrarían casi 100 toneladas diarias de líquido contaminado. El gobierno nipón también baraja soluciones como congelar el subsuelo que rodea los reactores, para que el líquido, ya sólido, ejerza de muro.
La Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) muestra preocupación por un sumidero cercano a la nueva fuga, ya que este desemboca directamente al océano. Aunque TEPCO asegura que los análisis del desagüe dan negativo en radiación.
El accidente sufrido en Fukushima ha forzado a trasladarse miles de personas que vivían cerca del lugar, además de los problemas que las emisiones han causado a la agricultura, la pesca y la ganadería. Este es el peor desastre nuclear desde Chernóbil en 1986.