Economia y negocios

De Guindos considera "injustificadas" las dudas sobre España

La autonomía financiera está pendiente de un Eurogrupo el próximo 15 de Noviembre

El ministro de Economía español, Luis de Guindos, estrecha la mano de su homólogo lituano, Rimantas Sadzius, durante una reunión informal de dos días en Vilna (Lituania)(EFE)

España tuvo que pedir una asistencia financiera porque el Tesoro español tenía unas condiciones de acceso a los mercados "extremadamente difíciles", ha explicado Luis De Guindos en Vilna donde el Ministro ha defendido que la situación ha sido corregida.

"El diferencial de la deuda con Alemania y las enormes dudas que existían sobre la solvencia y sobre las previsiones y el capital de los bancos españoles, se han disipado" ha afirmado el Ministro aún dolido porque "como saben ustedes gran parte de esas dudas eran injustificadas".

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Pero España no ha podido cerrar esta pelea porque el Eurogrupo aplaza cualquier evaluación sobre el problema hasta Noviembre aunque De Guindos se muestre convencido de haber aprobado el proceso de "análisis, saneamiento y transparencia".

Y es verdad que los representantes del BCE y de la Comisión alaban la aplicación concreta del programa pero mantienen dudas sobre si la estabilidad financiera española permitirá cerrarlo o si será necesario algún tipo de prórroga que impida recaídas.

Aunque el Ministro niega presiones para la prolongación del programa y espera que el informe que FMI, BCE y Comisión Europea realizarán el próximo septiembre confirmen su confianza porque a pesar de las gestiones bilaterales para forzar una declaración más clara, De Guindos se ha marchado de Vilna sin que el Eurogrupo eliminara las dudas sobre el futuro del programa español.

La Union Bancaria condicionada a la agenda electoral de Alemania

La Union Bancaria divide a los países del euro y los gobiernos de fuera de la moneda que por equipos intentan impedir que sea Bruselas la que se quede las competencias sobre este tema.

"Francamente, no estoy sorprendido por los debates que hemos vivido aquí" afirma el Comisario Michel Barnier, responsable de esta iniciativa. "Mi objetivo es el de conseguir un compromiso pero quiero garantizar un sistema que pueda funcionar".

Barnier cuya propuesta cuenta con la oposición de Alemania ha visto aumentar el grupo crítico que en Vilna queda integrado por los gobiernos del Reino Unido, Suecia, España y Finlandia. "Este debate es el mismo que vimos antes de aprobar el Mécanismo de Supervisión que ejercerá el BCE y afectará a 6.000 bancos de Europa pero si entonces logramos un acuerdo, ahora también " asegura Barnier que se presenta a la prensa como un hombre "pragmático".

El problema principal del proyecto está en determinar quien le corresponde decidir que bancos con problemas deben cerrar o recapitalizarse tras las inspecciones que empezará a ejecutar el BCE este año que viene. El proyecto inicial daba esta potestad a la Comisión Europea aunque la mayoría de los grandes gobiernos prefieren impulsar un Mecanismo nuevo que fije este poder en el Eurogrupo.

Un debate que debe hacerse rápido porque el objetivo era conseguir un acuerdo para el Consejo Europeo de diciembre, algo complicado, dada las divisiones constatadas en Vilna aunque la Presidencia de turno de la Unión confía en que todo se pueda acelerar después de las elecciones alemanas.

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