Obama rechaza las críticas sobre su giro político respecto a Siria
En una entrevista concedida al programa 'This Week' de la cadena ABC, el presidente dijo estar más preocupado por lograr "una política correcta" que por "asuntos de estilo"
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rechazó este domingo las críticas vertidas sobre él tras haber cambiado su política respecto a la crisis siria y paralizar un ataque militar limitado a cambio de encauzar una solución diplomática.
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"Quiero ese problema solucionado. Y como consecuencia de las medidas que hemos tomado durante las últimas dos semanas y tres semanas, ahora tenemos una situación en la que Siria ha reconocido que tiene armas químicas, ha dicho que está dispuesto a unirse a la convención sobre las armas químicas y Rusia, su principal patrocinador, ha dicho que va a presionar a Siria para llegar a ese acuerdo", dijo Obama en una entrevista concedida al programa 'This Week' de la cadena ABC. "Ese es mi objetivo. Y si es un objetivo alcanzado, entonces es que hicimos algo bien", remachó.
El Secretario de Estado de EEUU, John Kerry, aseguró también este domingo que su país está enviado una fuerte advertencia a Siria y que "la amenaza del [uso de la] fuerza es real" si no cumple con el plan para entregar su arsenal químico. El jefe de la diplomacia estadounidense hizo esa advertencia en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tras una entrevista que mantuvieron ambos en Jerusalén.
Kerry, y su homólogo ruso Serguei Lavrov, alcanzaron un acuerdo este sábado en Ginebra mediante el cual los sirios deben dar "un acceso inmediato y total" a todos los lugares de almacenaje de armas químicas para su posterior destrucción. Tras tres días de negociaciones, Kerry y Lavrov llegaron a un pacto que insiste en la necesidad de que la colaboración de Damasco con la comunidad internacional sea plena, ya que de lo contrario se podrá considerar el empleo futuro de la fuerza, conforme al artículo 7 de la Carta de Naciones Unidas.
Obama aplaudió el acuerdo alcanzado pero advirtió de que Estados Unidos continúa preparado para responder militarmente en caso de que falle la diplomacia y el presidente sirio, Bachar Al Asad, no cumpla con los requisitos. De todas formas, el presidente insistió en que en ningún caso el ataque limitado a Siria implicaría el envío de tropas para "estar en medio de una guerra civil", sino que su objetivo sería la destrucción de dichas armas químicas.
Según lo acordado por Washington y Moscú, el régimen sirio tendrá plazos mucho más cortos que los establecidos en la Convención para la Prohibición de Armas Químicas para deshacerse de estas armas de destrucción masiva que deberán haber sido eliminadas completamente a mediados de 2014.