Cirugía real

La salud del rey ha vuelto a convertirse en un asunto de Estado y de la máxima prioridad informativa.

Está claro que la recuperación tras sus últimas operaciones no ha sido tan positiva como nos habían contado, hasta el punto que don Juan Carlos tendrá que ser operado otra vez de la cadera izquierda. Falta saber cuándo y dónde, porque esta mañana circulaban insistentes rumores de un posible viaje a Estados Unidos. Por de pronto un médico norteamericano sí se ha desplazado a Madrid para evaluar la situación. Y hombre, igual no es lo más importante, pero ya sería lo último para la tan cacareada marca España que el rey tuviera que salir al extranjero para operarse.

Pero vamos, al margen de este detalle, a nadie se le escapa que el trasfondo serio de todo este asunto tiene que ver con la continuidad del rey, con su capacidad para seguir ocupando el cargo y desempeñando las funciones que le corresponden. Don Juan Carlos tiene 75 años y no está en plena forma, eso salta a la vista. Pero es que a eso hay que sumarle los variados incidentes -familiares o extra-familiares- que le han salpicado, ya sea en forma de yernos indeseables, cacerías inoportunas, caídas, equivocaciones, herencias y préstamos, digamos, llamativos.

Total, que su imagen y sus índices de popularidad que en otro tiempo andaban por las nubes hoy están en caída libre y es legítimo preguntarse si una figura que ha significado tanto para la historia de este país tiene que someterse, inevitablemente, a un proceso de erosión y de deterioro como éste.

Pero en fin, como aquel programa de televisión 'La salud es lo que importa'. Vamos a ver qué nos cuentan los médicos dentro de un par de horas. Y del resto ya seguiremos hablando.

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