Los 'bebés ancla', víctimas de la inmigración ilegal
Las pruebas de ADN realizadas han demostrado que los supuestos padres que los acompañan en las pateras no son sus verdaderos progenitores
Las siete últimas pruebas que se han realizado de ADN a mujeres y hombres que habían llegado en pateras a la ciudad confirman que estos no eran los progenitores de los menores con los que viajaban, llamados 'bebés ancla'.
Se trata de un capítulo más en el drama de la inmigración, que toca en este caso a los niños, incluso bebés, que son portados por "supuestos padres en pateras, y que luego su comportamiento con ellos nos hace sospechar que esos niños no son sus hijos", comenta a la Cadena SER el director del CETI (Centro temporal de Inmigrantes), Carlos Montero.
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Por todos los sectores se ha venido denunciando la actuación de las redes mafiosas que se lucran a base de engaños a estas personas que se encuentran en una situación desesperada. Tal es la falta de escrúpulos que no dudan en utilizar a bebés, incluso lactantes, para alcanzar su objetivo.
La Ciudad Autónoma llegó a un acuerdo con la Universidad de Granada para realizar las pruebas de ADN a estos supuestos progenitores y proteger así los derechos del niño, para que no comercien con el las mafias y luego sean abandonados al llegar a la península", comenta la Consejera de Bienestar Social María Antonia Garbín. El programa se llama prokids.
Los resultados tardan unos 15 dias en conocerse, "y se nos acumula el trabajo, por eso primero estamos con las pruebas de aquellos casos que sabemos que claramente van a dar un resultado negativo", comenta Carlos Montero.
Las prueban se solicitan en cuanto se detecta "un comportamiento sospechoso de los presuntos progenitores", afirma Montero. "Son los propios trabajadores sociales los que nos indican que hay indicios de que esos niños no son suyos, porque no se preocupan de ellos, de su higiene, de llevarlos al colegio, de darles de comer, incluso en alguna ocasión han sido abandonados nada más llegar al CETI." En esos casos, se les pide a los progenitores si voluntariamente quieren hacerse la prueba de ADN. "Por ahora nadie se ha negado, incluso en ese momento nos han confesado que los niños no son suyos." Si se negasen "lo pondríamos en conocimiento de la Fiscalía de menores."
Cuando se tiene el resultado negativo, la Ciudad Autónoma actúa de oficio y se hace cargo de la tutela del menor. "Cuando les preguntan que quien se los dio no denuncian a las mafias, por miedo tal vez, sino que dicen que se lo encontraron". Con esta prueba de ADN, se intenta evitar "que las mafias continúen engañando a personas desesperadas, lucrándose con estos niños llamados bebe ancla"-afirma Montero-
Desde la Consejería insisten en que "es una de las formas de evitar que se siga comercializando con ese bebé", ya que las familias son trasladadas a la Península, antes que los inmigrantes sin núcleo familiar. "Algunos de estos niños han sido abandonados nada más llegar a la Península, por eso pusimos en marcha este programa", aseguran desde la Ciudad Autónoma. Con la tutela de estos bebés, se "quiere proteger los derechos del niño para que no traten con él, y también sirve para disuadir a las mafias de la utilización de este método."
"El drama de la inmigración es aprovechado por las redes mafiosas sin pudor ni escrúpulo por eso lo más importante es luchar directamente contra las mafias", declara el delegado del Gobierno.