Oposición por derogación
El PSOE centra su estrategia en anunciar que anulará las reformas sociales más controvertidas del Gobierno
El partido socialista trata de reencontrarse con el electorado que perdió situando el debate en los asuntos que más lo movilizan. Así, centra su mensaje en prometer que, si gobierna o el PP pierde la mayoría, desandará el camino de las reformas sociales más polémicas, como la educación o las pensiones. En Ferraz preocupa la idea extendida de que PP y PSOE son la misma cosa y quieren visualizar mejor su alternativa.
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Al poco de llegar a la oposición, los dirigentes del PSOE comprobaron cuál iba a ser su principal problema: la credibilidad. Cualquier medida que anunciaran, cualquier promesa, quedaría reducida de inmediato al por qué no lo hicisteis cuando gobernabais y al recuerdo de cómo gestionaron la crisis. Dos años después, se extiende entre los dirigentes la sensación de que han pagado ya parte del castigo electoral y confían en poder reconciliarse con el electorado que perdieron con otra estrategia de oposición: anunciar que derogarán las medidas que mayor rechazo producen entre sus posibles votantes.
La estrategia tiene un punto básico: comprometerse a desandar el camino del Gobierno en políticas sociales, prometer que si ellos gobiernan frenarán la reforma laboral, de pensiones, la ley Wert, el copago hospitalario o la ley del aborto. "La gente nos pide que digamos qué haríamos nosotros, y compromisos concretos como derogar la reforma laboral son los que más calan", sostiene un dirigente.
"Se trata de proponer un horizonte a los ciudadanos para decirles que si ganamos o el PP pierde la mayoría absoluta dejaremos las cosas como estaban antes de que llegaran al Gobierno", explica un socialista que anuncia que esa será la idea fuerza de su actividad parlamentaria. Por lo pronto, los socialistas iniciarán una campaña contra los presupuestos en el Congreso, en los parlamentos autonómicos y en ayuntamientos que puede durar unos dos meses.
En cada intervención de Rubalcaba, el secretario general del PSOE repite que la ley Wert "nace muerta" por el pacto de todos los partidos salvo PP y UPyD para derogarla. La estrategia pasa por ampliar esa idea al resto de las reformas. ¿Es un giro a la izquierda del PSOE? ¿Se está apropiando Ferraz del discurso de IU, como dice Cayo Lara? "No es ningún giro -asegura la dirección del partido-. Es la oposición que planteamos desde el primer día aunque ahora tiene más visibilidad".
En realidad, el PSOE ha pasado de una oposición que proponía acuerdos con el PP -lo que generó a Rubalcaba algunas críticas internas- a una posición más cruda, como pidió el propio secretario general en el inicio de este curso político. La obsesión de los socialistas es romper la idea común, extendida durante la crisis, de que los dos grandes partidos son iguales, y que PP y PSOE comparten su ideario. "Hay que demostrar que somos alternativa", reconoce un dirigente.
Con el debate interno en suspenso y a la espera de la conferencia política de noviembre que renueve los argumentos del partido, los socialistas creen que su forma de hacer oposición les está dando resultados. Algunas encuestas les sitúan por delante en intención de voto y aseguran los datos por territorios "son bastante mejores".