Miles de portugueses se han manifestado este sábado contra los nuevos recortes en los salarios y las pensiones previstos en el Presupuesto para 2014 del Gobierno de Pedro Passos-Coehlo y han reclamado la dimisión del Ejecutivo. Los manifestantes quieren que el Tribunal Constitucional rechace el presupuesto, que incluye los ajustes necesarios para cumplir con los términos del rescate concedido a Portugal por el Fondo Monetario Internacional y la UE. El Gobierno de centro-derecha espera que el presupuesto, publicado esta semana, lleve al país fuera del rescate y le permita volver al mercado de deuda. Pero estos objetivos podrían verse perturbados por el Constitucional, que tiene el poder de bloquear algunos recortes de gasto claves, especialmente los relativos a los salarios y las pensiones de los funcionarios. «Luchemos para que las medidas de este presupuesto sean declaradas inconstitucionales», ha reclamado el líder del mayor sindicado del país, el CGTP con 750.000 afiliados, Armenio Carlos, durante la manifestación en Lisboa, donde los manifestantes han pedido la dimisión del Gobierno pese a la lluvia. Carlos también ha llamado a volver a manifestarse el próximo 1 de noviembre en Lisboa para reclamar elecciones anticipadas y el fin de las medidas de austeridad. En Oporto, la segunda ciudad del país, también ha tenido lugar una manifestación en la que los organizadores aseguran que han participado unas 50.000 personas. El presidente portugués, Anibal Cavaco Silva, puede decidir si envía el presupuesto al Tribunal Constitucional y también los partidos políticos o grupos de ciudadanos pueden solicitar que dicha corte compruebe si es conforme con la Constitución. El Tribunal Constitucional ya ha rechazado algunas de las medidas de austeridad del Gobierno en el último año y medio, obligándole a adoptar alternativas. Los manifestantes han instado este sábado a Cavaco Silva a que rechace la ley y la remita al Constitucional para que la anule. El presidente podría hacerlo una vez el presupuesto sea aprobado en el Parlamento, donde el Gobierno cuenta con una cómoda mayoría, algo que ocurriría antes de finales de año. Si no lo hace, la oposición de izquierda ha prometido que presentará un recurso, lo que haría que el procedimiento se prolongara hasta bien entrado 2014. El Gobierno ha insistido en que no hay alternativa a rebajar los salarios públicos y las pensiones y que la senda de la dolorosa austeridad de los dos últimos años ha comenzado a dar sus frutos, ya que el país está empezando a salir de su peor recesión desde los años 1970.