Quiero ser Julia Child (y cocinar estos 10 platos)
- Para empezar una soupe à l’oignon (sopa de cebolla) con sus tostadas de queso gruyer o emmental o parmesano: adoro la sopa de cebolla y estoy deseando poner el listón más alto siguiendo las pautas de Julia.
- Luego una salsita por la que siento debilidad desde los tiempos de mi Erasmus en Sevilla: la sauce aïoli (salsa alioli), perfecta para el pescado, los huevos duros y, cómo no, las patatas hervidas.
- Para continuar, una omelette roulée (tortilla a la francesa) de manual porque está lista en unos treinta segundos. Unos segunditos más si le añadimos las finas hierbas (perifollo, perejil, cebollino, estragón), como la que le gustaba comer a Pereira en el Café Orquídea de Lisboa.
- Quiero aprender a preparar la pasta brisa y así abrir el camino para todas las quiches, empezando, por supuesto, por la más famosa: la quiche lorraine con su nata y su panceta. La de roquefort y la de cebolla serían las siguientes.
- Un pescado: thon à la provençale, un filete de atún al horno con vino, tomates, ajo y hierbas aromáticas.
- Un ave: coq au vin, pollo al vino, porque es un clásico y porque hay que flamear una taza de coñac en una cazuela y esto no lo he hecho nunca.
- Una carne: no sé lo que me costará a nivel de dinero, tiempo y energías pero opto por un boeuf bourguignon, el estofado de buey al vino tinto que la mismísima Julia elabora en este vídeo entrañable de The French Chef, el programa de televisión que condujo durante 10 años.
- Del capítulo sobre las verduras me quedo con la ratatouille, un plato que adoro. La versión del libro no se parece mucho a la que he estado elaborando hasta ahora: al parecer, hay que cocinar aparte cada ingrediente –berenjenas, calabacines, cebolla, pimientos y tomates– antes de echarlo todo a la cazuela para que mantenga cada uno de ellos su personalidad.
- Finalmente he decidido enfrentarme a la gelatina pero sin ponérmelo muy difícil: unos oeufs en gelée, huevos escalfados en áspic, deberían ir bien.
- Y para rematar, como postre, una hermosa tarta Savarin servida con una macedonia de fruta. En algún momento compré el molde adecuado, ya va siendo hora de que lo estrene. Que el espíritu, la tenacidad y el buen humor de Julia me acompañen en esta hazaña.