La embajada de EEUU en Berlín fue la base de operaciones del espionaje a Merkel

Según apunta el rotativo, este Servicio de Recolección Especial trabaja en embajadas y consulados de todo el mundo pero solo en algunos casos su intervención ha sido autorizada en el país anfitrión. En este caso, recuerda el Süddeutsche Zeitung, las autoridades alemanas no han dado tal consentimiento. Esta información también señala que el antiguo número de teléfono de la canciller Merkel, el que utilizó hasta julio de este año, figuraría en una lista especial que manejaba la NSA y que también pertenecía al conjunto de documentos revelados por Snowden.

El espionaje masivo de EEUU a Angela Merkel y a otros 35 líderes mundiales se ha colado este jueves en el Consejo Europeo que se celebra en Bruselas dejando en un segundo plano la agenda del día, destinada a abordar la Unión Bancaria y asuntos de inmigración comunitaria. En esta cumbre la canciller, a propuesta de Alemania y Francia, ha impulsado una iniciativa en la que anima a negociar un acuerdo para favorecer la colaboración entre los servicios de inteligencia de países aliados.

A su llegada a Bruselas la canciller no disimuló su malestar por las presuntas escuchas y conminó a EEUU a terminar con estas prácticas porque, a su entender, el espionaje entre "países amigos" es inaceptable. En la misma línea se pronunció este jueves el ministro de Exteriores en funciones, el liberal Guido Westerwelle, quien exigió una explicación "seria y sincera" sobre las prácticas de seguimiento a Alemania tras reunirse con el embajador de EE.UU. en Alemania para explicarle su postura ante la grave crisis. Esta ha sido la primera vez desde la II Guerra Mundial que un ministro de Exteriores alemán ha convocado al embajador de un país aliado.

Según el Süddeutsche Zeitung, en los últimos días las autoridades alemanas han examinado las acusaciones vertidas en los medios de comunicación contra los servicios secretos estadounidenses y, apunta el periódico, las sospechas no han sido invalidadas. Una información publicada este viernes por el periódico Die Zeit apuntaba que la agencia estadounidense habría intervenido el teléfono de Merkel entre octubre de 2009 y el pasado mes de julio, momento en el que la canciller comenzó a utilizar un nuevo dispositivo. Merkel, señala el diario, se habría convertido en víctima de prácticas que durante mucho tiempo calificó de poco probables.