Álvaro Lapuerta se niega a declarar

Madrid

El extesorero Álvaro Lapuerta ha alegado razones médicas para no declarar en una declaración escrita. Ha dicho ante el juez Ruz, en un discurso bien estructurado según fuentes de la acusación, que no iba a someterse al interrogatorio porque se lo desaconsejaban sus informes médicos y la familia. Sostiene que físicamente se encuentra mejor que intelectualmente y que tiene problemas de memoria.

Lapuerta sí que ha dicho que se ratifica en lo manifestado hasta ahora en sede judicial. Esto es, cuando el pasado 7 de febrero compareció ante el fiscal Anticorrupción, Antonio Romeral, y aseveró que no existía la contabilidad B.

El extesorero ha asegurado al juez Ruz que dispone de "datos" y que si en un futuro se encuentra mejor, estará a su disposición para aportarlos y someterse al interrogatorio.

El juez le ha advertido que posiblemente esta era su última oportunidad para comparecer en fase de instrucción y que tal vez la próxima tenga que hacerlo en el juicio oral.

Álvaro Lapuerta ha llegado a la Audiencia vestido con traje azul y apoyado en un bastón. Su comparecencia ante el magistrado ha durado poco más de 10 minutos. El juez iba a preguntarle si eran suyos los visés que aparecen en los papeles de Bárcenas, que confirmarían que conocía la contabilidad B del PP. Un extremo, la autoría de esas firmas, que no ha podido acreditar la Policía Científica.

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Numerosos apuntes y declaraciones le involucran

Lapuerta, imputado en el caso Bárcenas, ya compareció el 7 de febrero ante la Fiscalía Anticorrupción y el 22 de marzo ante el juez Ruz sobre su imputación por la supuesta contabilidad B del PP. En ambas ocasiones afirmó que nunca había visto los papeles manuscritos atribuidos a Bárcenas, en los que se reflejaría la caja B del partido, y sostuvo que solo existía una contabilidad.

En febrero, Lapuerta aseguró al fiscal que cuando fue tesorero del PP, entre 1993 y 2008, el entonces gerente Bárcenas era quien "administraba la casa y los gastos" en el Partido Popular. Álvaro Lapuerta aseguró que prácticamente se limitaba a firmar lo que le llevaba Bárcenas, además de a buscar fuentes de ingresos.

Explicó que nunca había visto los papeles manuscritos de Bárcenas y publicados por El País, que reflejarían donaciones de empresarios y entregas de dinero a altos cargos del partido, y no reconoció los pagos que en ellos se muestran.

Cuando compareció en marzo ante Pablo Ruz, se ratificó en la declaración realizada ante el fiscal Antonio Romeral y afirmó que no tenía nada más que añadir. Durante su segunda comparecencia, miembros de la Policía Científica practicaron una nueva prueba de escritura al extesorero, de 86 años, y luego el juez requirió documentos oficiales con su firma para contrastar la rúbrica con la que aparece a modo de visto bueno en los márgenes de los papeles de Bárcenas. Ese informe de la Policía Científica no ha podido acreditar que esos visés sean realmente de Álvaro Lapuerta.

Álvaro Lapuerta fue tesorero del PP durante 15 años, y hay varios testigos y apuntes que le involucran. Los exsecretarios generales Arenas y Cascos admitieron que se encargaba de pagar los complementos al sueldo. El exsecretario de Estado Eugenio Nasarre reconoció al juez que Lapuerta le pagó 70.000 euros "en efectivo" y sobres "de color marrón". El exgerente, Cristóbal Páez, también reconoció los pagos y que todo lo hacían Lapuerta y Bárcenas. También el número 2 de la Gürtel, Pablo Crespo, ha aseverado que pagó en mano 21 millones de pesetas a Álvaro Lapuerta en el aeropuerto de Santiago. Un pago que aparece reflejado tanto en la supuesta contabilidad B como en la oficial del PP. Además, varios empresarios donantes han admitido la estrecha relación que mantenían con el también extesorero del Partido Popular.

Según la declaración de Bárcenas, a Lapuerta le gustaba realizar los pagos de sobresueldos a los altos cargos, y sobre todo a los ministros, llevando el dinero en sobres y acompañado en ocasiones "por cajas de puros" a sus despachos. También tenía relaciones con los empresarios donantes, y llamaba a las administraciones donde se presentaban a un concurso para que fueran bien tratados.

Lapuerta aparece también implicado por un apunte. Un cheque de 60.000 euros pagado por él, que figura tanto en la supuesta contabilidad B, como en la contabilidad oficial del PP, lo que otorga credibilidad al pago y a los documentos manuscritos.