CCOO y UGT piden subir el salario mínimo a 900 euros en cinco años
Ambos sindicatos han enviado una carta con esta propuesta a Fátima Báñez
Los sindicatos CCOO y UGT han pedido hoy al Gobierno que suba el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) entre un 35% y un 39% en un periodo de cinco años, hasta situarlo cerca de los 900 euros, lejos de los 645,30 euros en que se encuentra actualmente.
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Ambos sindicatos han enviado una carta con esta propuesta a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, después de que la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, asegurara el mes pasado que el Gobierno no había decidido aún si actualizaría el Salario Mínimo Interprofesional en 2014. En rueda de prensa, los secretarios de Acción Sindical de CCOO y UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, respectivamente, han explicado que el SMI ha perdido 5,8 puntos de capacidad adquisitiva en los últimos cuatro años, y han subrayado que representa cerca del 40 % del salario medio neto, cuando según la Carta Social Europea debería significar el 60 %, nivel que alcanzaría con su propuesta.
Górriz ha precisado que hay unos 245.000 trabajadores afectados por el SMI, en tanto que ha asegurado que juega un papel fundamental al ser la última barrera frente a la devaluación salarial. Para Górriz no tiene sentido que España, quinta potencia europea y la cuarta de la eurozona, tenga un salario mínimo tan bajo, sólo superior al de Grecia y Portugal. Por su parte Ferrer ha incidido en que el objetivo de ambos sindicatos es que el umbral salarial de España "se dignifique", y ha reconocido que quienes quieren suprimir el SMI "pondrán el grito en el cielo" con esta propuesta.
Górriz y Ferrer también han pedido la actualización del indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM), que el Gobierno pretende congelar en 532,51 euros al mes según ha establecido en los presupuestos generales del Estado para 2014. Han propuesto crear un mecanismo de actualización permanente como el que se ha venido utilizando con las pensiones, con lo que el IPREM se revalorizaría con el IPC de noviembre, y posteriormente se corregiría la posible desviación entre el IPC real y el incremento inicial. Este planteamiento llega justo cuando el Gobierno plantea desvincular la actualización de las pensiones del IPC, y propone que en épocas de crisis las pensiones sólo puedan subir un 0,25 %, mientras que si la situación es de bonanza se revalorizarán el IPC más el 0,25 %.
Ferrer ha dicho que ambos sindicatos quieren discutir sobre la actualización del IPREM con el Ejecutivo antes de que finalice la tramitación parlamentaria de los presupuestos, al mismo tiempo que ha subrayado que se pondrán en contacto con las fuerzas políticas para pedirles que apoyen la revalorización de este índice.
