El desconocimiento del sistema PEGI en los videojuegos

Aunque día a día los videojuegos son cada vez más un regalo tanto de niños, como de personas adultas, en las fechas que se aproximan los menores son blancos de estos productos. Para regular el contenido de los mismos, desde el año 2003 existe en varios países europeos un sistema de protección de contenidos llamado PEGI.

De la misma manera que existen sistemas de protección en otros ámbitos de la cultura, como la recomendación por edades en el cine, los videojuegos cuentan con el sistema de clasificación PEGI (Información Paneuropea sobre videojuegos, en castellano).

Este sistema de protección clasifica los contenidos de los videojuegos por categorías, ya sean violencia, lenguaje soez, miedo, sexo, drogas, discriminación, apuestas y online, en cuanto a las edades 3, 7 12, 16, 18.

Cuando se le pregunta a los familiares de menores si miran estas recomendaciones, la mayoría asegura que no se fija o que ignora en que consiste el sistema PEGI.

Según Carlos Iglesias, Secretario General de la patronal del videojuego Adese, "el sistema PEGI permite que los padres estén orientados a la hora de comprar un videojuego a sus hijos, eligiendo un producto adecuado".

Sobre la manera de clasificar los juegos, Carlos Iglesias cuenta que la clasificación las hacen las casas creadoras de los videojuegos, pasando un proceso de calidad posterior. Sobre reclamaciones de padres o familiares de menores, el Secretario General de Adese asegura que una vez que se producen las quejas, se avisa a la compañía creadora para que modifique el error.

Por su parte Carmen Redondo, responsable del área de consumo Hispacoop, dice que "muchos padres tienen el problema de que ven videojuegos por ejemplo violentos como eso, un juego, cuando en determinados casos no es así, ya que pueden suponer peligro para los menores".

Carmen Redondo cree que hay bastante desconocimiento, ya que los padres muchas veces ni siquiera saben que hay una clasificación de contenidos, ignorando los peligros y los riesgos a la hora de regalar un videojuego.

Entre los peligros a los que están expuestos los menores con un juego no adecuado, pueden estar, el familiarizarse con contenidos violentos, discriminación o palabras no adecuadas.