Tres años de cárcel por arrancarle media oreja de un mordisco a un hombre
El Supremo rebaja a tres años de prisión la condena de un hombre que mordió la oreja izquierda de su enemigo durante una pelea en la nochebuena de 2008
El Tribunal Supremo ha decidido rebajar a tres años de cárcel la condena impuesta a un hombre por arrancar de un mordisco parte de la oreja de su enemigo durante una pelea que tuvo lugar en la localidad valenciana de Aldaia en la nochebuena de 2008. Los jueces rebajan la condena inicial de 4 años de prisión que le impuso la Audiencia Provincial de Valencia pero mantienen que tendrá que indemnizar a la víctima con 33.110 euros por las secuelas y las lesiones, así como tendrá prohibido acercarse a menos de 200 metros de él durante los próximos cinco años.
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La víctima empezó la nochebuena de 2008 en el 'Pub Deyabu' de la localidad valenciana de Aldaia, y acabó en el hospital a las cinco de la mañana con media oreja menos. Se la arrancó de un mordisco un hombre con el que se peleó, y a quien ahora el Tribunal Supremo condena a tres años de prisión por un delito de lesiones, obligándole también a indemnizar a la víctima con un total de 33.110 euros por las secuelas y las lesiones, así como tiene prohibido acercarse a él a menos de 200 metros durante los próximos cinco años.
Una condena que es, en cualquier caso, más baja que los cuatro años iniciales de prisión que le impuso la Audiencia Provincial de Valencia: para el Tribunal Supremo es cierto que las lesiones causadas a la víctima - pérdida del tercio distal del pabellón auricular izquierdo - supusieron "una deformidad y un perjuicio estético permanente y evidente en el rostro", pero también que hay que aplicarle el mínimo legal del delito de lesiones, esto es, tres años de cárcel y no cuatro.
Según describen los jueces del Supremo, en una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado Joaquín Giménez, "se está en presencia de una deformidad objetiva que además incide en la esfera íntima de la víctima, por lo que la afectación de ambas esferas, física y moral, deben ser indemnizadas". Hablan los magistrado en su sentencia de la "pérdida de tercio distal más colgajo". Según la versión del afectado que figura en la sentencia, tardó más de medio año en denunciar a su agresor "por miedo a las amenazas de que le mataría si lo denunciaba". Incluso cuando esa madrugada era atendido, una hora después de la pelea, en el Hospital General Universitario de Valencia, aseguró que los daños en su oreja izquierda había sido causado por "un golpe".