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12 claves para comprar en rebajas sin "sobresaltos"

Algunos consejos para adquirir buenos productos a buenos precios sin caer en engaños ni sobrepasar el presupuesto

Comienzan las rebajas de invierno en casi toda la Península(EFE/Juan Francisco Moreno)

Conocer nuestros derechos, ciertas prácticas del comercio con estas ventas especiales y trucos para comprar nos permitirá aprovecharnos de las importantes ventajas de los descuentos de muchos productos sin caer en las trampas, que también existen, o los gastos innecesarios o incontrolados por el uso de tarjetas

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Las rebajas ya han comenzando en todo el país, aunque se adelantaron en algunas comunidades. Son una magnífica oportunidad para comprar a precios muy asequibles, sí, sobre todo en textil, complementos, zapatería y hogar, pero siempre que se haga con cabeza y teniendo en cuenta ciertas claves para que se conviertan en un buen momento de renovar, sobre todo, vestuario, no nos suponga quebraderos de cabeza o pésimas adquisiciones. Estas son algunas claves para sacarlas el mejor partido y evitar "sobresaltos".

1) "Hasta". Saber descifrar esta palabra, que suele pasar desapercibida para muchos consumidores - suele ir muy pequeñita, junto a grandes cifras -, es la clave para evitar "chascos". No es igual un "70%" a secas que "hasta un 70%", que puede suponer, lo es normalmente, que sólo algunos productos tienen el atractivo descuento.

2) "Desde". Algo similar ocurre con la palabra "desde". Productos "desde 5 euros", que puede suponer, como ocurre no pocas veces, que otros muchos están a precios muy superiores. El objetivo es "promocionar" precios muy económicos como "gancho" para luego engatusarte, una vez dentro, con productos bastante menos baratos. Y hacerte creer que todo es muy barato...

3) Devoluciones no obligatorias. No confundir las ofertas comerciales con las devoluciones y la legalidad. Y se confunden casi siempre. Pero ojo: ningún establecimiento, salvo que lo publicite, está obligado a cambiar un producto salvo que tenga algún defecto o tara. Otra cosa es la política comercial de muchas tiendas y cadenas, cada vez más, que admiten cambios aunque lo comprado esté perfecto. Y sin explicaciones. Pregunta antes de comprar si tienes dudas. Debes informarte también de qué te devolverán: dinero, ticket para comprar después...

4) ¿Qué descuento? Todos los productos deben informar del precio antiguo y del actual, con el porcentaje de descuento que tiene. Conviene revisar las prendas o complementos uno a uno y comprobar precios reales: a veces la ropa y calzado "vuelan" de un set caro a uno barato y puedes llevarte alguna sorpresa en caja si no compruebas ticket. Incluso después de comprar...

5) Igual calidad. Las rebajas son en el precio pero nunca en la calidad. Por muy rebajado que esté el producto. No debes admitir productos con taras o con defectos, salvo que te lo ofrezcan como tal con precio más rebajado del marcado. Y las garantías, las de siempre: rebajas no es pérdida de derechos.

6) Controla las tarjetas. Los expertos en psicología del consumo avisan de los riesgos de hacer compras con tarjeta por el gasto extra que puede suponer. Es muy importante ir anotando los gastos que vamos realizando - sobre todo si es compra a crédito - y saber cuándo nos vendrán los cargos. Por otro lado, si el establecimiento admite normalmente el pago con tarjeta, debe permitirte pagar ahora también. Y si admite reintegrarte el dinero por una devolución, deben también admitirlo ahora. Lo habitual es que te abonen el gasto en la misma cuenta, pero si es a crédito la cosa se complica...

7) Factura o ticket, ¡siempre! Debes pedir en cualquier compra, independientemente de su cuantía, la factura o ticket. Es el justificante que te permitirá hacer algún cambio o devolución... Será muy complicado si los pierdes. Y conviene que los guardes durante algún tiempo: puede darte algún problema con el uso, el lavado si es el caso de ropa o calzado...Imprescindible para cualquier reclamación.

8) ¿Cuándo compro? ¿Hago las compras al principio o dejo pasar unas semanas? Es muy complicado saber cuándo es mejor. Muchos grandes comercios dejan "buenos productos" para ir sacándolos poco a poco, como "ganchos", pero otros ponen a la venta "todo" desde el inicio. Según van avanzando las semanas los precios irán bajando, es verdad, pero no te engañes: por falta de existencias, colores, tallas...Esperarte a un precio mejor también tiene sus ventajas ¡y algunos inconvenientes! Eso sí, salvo que vayas buscando algo concreto, paciencia, hay mucho producto a la venta y muchas rebajas...

9) Productos especiales prohibidos. La teoría es que todos los productos rebajados deben estar a la venta al menos un mes antes de iniciarse las mismas. La realidad es que se ha fabricado, se fabrica y se venden productos - textil, complementos, hasta calzado - más baratos y como "ganchos" que no estaban antes a la venta. De dudosa calidad y saltándose a la torera la legislación, pero "atractivos". Están ahí para que piques...

10) Comprar por internet. Ten en cuenta que ahora muchos establecimientos tiene sus tiendas en la red y te permiten comparar con más facilidad...¡y sin agobios!. Utiliza esta alternativa tanto si buscas como si sabes perfectamente qué quieres. Guarda pantallazos o "documentos" que acrediten qué compras, qué precio tenían, cuándo lo entregan... También hay picaresca.

11) Hazte unas previsiones. Es la recomendación más "vieja" de las asociaciones de consumidores, pero sigue plenamente vigente. Hazte unas previsiones de gasto y de qué necesitas y te servirá para no dejarte llevar por precios baratos, prendas chollo... Es una buena manera de no pasarnos y aparcar las compras compulsivas, salvo que aprovechemos para comprar algo imprevisto que sea una buena oportunidad. O un capricho.

12) Reserva... y ¡sigue mirando! Siempre que el establecimiento admita cambios sin ningún problema, como ocurre en muchas tiendas en la red y grandes cadenas, aprovecha a "comprar" cosas que te gusten y sigue mirando por si prefieres otra cosa... Claro, debes devolver lo que te resulte menos interesante para no caer en el despilfarro.

Y no olvides que la peor compra es aquella que, aunque muy barata, no necesitas.

 
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