El papa arremete contra "el poder, el lujo y el dinero" e insta a compartir
Lamenta la miseria moral de los jóvenes que se dan al alcohol, drogas, juego o pornografía
En su primer Mensaje para la Cuaresma desde que asumió el Pontificado, que ha sido presentado este martes en el Aula Juan Pablo II de la Sala de Prensa del Vaticano, el papa Francisco volvió a arremeter contra el "el poder, el lujo y el dinero que se convierten en ídolos" y que impiden la "distribución justa de las riquezas" e invitó a los católicos a la sobriedad y a compartir.
Así se lee en el mensaje del papa argentino para la Cuaresma, el periodo anterior a la Semana Santa, que fue presentado este martes por el Vaticano y cuyo tema principal es la pobreza material y espiritual.
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"Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir".
Asimismo, Francisco expresó su preocupación por la que llamó miseria moral, y que "consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado". "¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros -a menudo joven- tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía!", lamentó el pontífice de Buenos Aires.
Francisco también denunció que tantas personas "se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto a los derechos a la educación y la salud".
"En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente. Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor", ha añadido en este sentido.
El papa concluyó que "el Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual" y entonces instó a los católicos a "seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana." Para el papa, el periodo de la Cuaresma es adecuado para "preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza."
El pontífice destacó que, sin embargo, que "la verdadera pobreza duele" y que "no es válido un despojo sin esta dimensión penitencial". "Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele", aseveró.