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Médicos sin Fronteras critica la pasividad de la ONU en la República Centroafricana

La ONG pide al Consejo de Seguridad y a la Unión Africana una actuación inmediata para frenar la violencia y aumentar la ayuda humanitaria

Una vez más Médicos sin Fronteras vuelve a criticar la pasividad de la comunidad internacional ante la crisis que vive la República Centroafricana. A dos días para que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna, la presidenta Internacional de Médicos Sin Fronteras, Joanne Liu, acaba de comparecer en la sede de Naciones Unidas en Ginebra para denunciar, de nuevo, el fracaso de las iniciativas internacionales para proteger a la población ante la violencia extrema que se registra en el país. Para la ONG esto es la prueba de la insuficiente respuesta internacional ante la crisis y supone el abandono efectivo de la población centroafricana.

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"Nuestra principal preocupación es la protección. Nos encontramos atrapados en una sensación de impotencia frente a una violencia inusitada de la que somos testigos en nuestros pacientes; mientras tratamos miles de heridos, cientos de miles han tenido que abandonar sus casas para evitar ser asesinados", explica Joanne Liu, que acaba de llegar de RCA. "La falta de compromiso y de movilización de los líderes políticos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es sorprendente, mientras que la respuesta limitada de los países africanos y de la Unión Africana no consigue detener una violencia que está, literalmente, desgarrando el país".

Desde el 5 de diciembre los equipos de MSF han tratado a más de 3.600 pacientes, víctimas de la violencia, que presentaban heridas por arma de fuego, granadas, machetes y cuchillos entre otras.

Los equipos de MSF se enfrentan a diario con ataques violentos que se producen en las proximidades de los centros sanitarios. Según relata la ONG la inseguridad es tan generalizada que , en algunos casos, los pacientes se niegan a ser transportados en ambulancias por miedo a que estas sean asaltadas y en otros les impide llegar a centros sanitarios más próximos.

En las últimas semanas los equipos de MSF han sido testigos cómo miles de musulmanes han abandonado o intentan huir de poblaciones como Bangui, Baoro, Berberati, Bocaranga, Bossangoa, Bouca, Bozoum y Carnot .En algunos casos, eran trasladados en camiones protegidos por fuerzas armadas internacionales, incapaces de protegerlos en sus hogares. En ocho lugares distintos en los que trabaja Médicos Sin Fronteras más de 15 mil personas se encuentran atrapadas en hospitales, iglesias o mezquitas, amedrentados y temiendo por sus vidas.

Otros han tenido que ser evacuados hasta Bangui para formar nuevos enclaves en forma de campos de desplazados en los que continúan viviendo con pánico. "En Bangui hay un campo de tránsito para la población musulmana que está esperando alguna solución para su futuro", ha explicado a la SER Albert Caramés, responsables de Asuntos Humanitarios de MSF en la República Centroafricana. "Yo vengo de estar allí esta misma mañana y la sensación de impotencia de esta población es enorme, ante la falta de respuesta" añade Caramés.

El miedo a la persecución ha forzado a decenas de miles de civiles a vivir en los bosques, sin acceso a protección ni a asistencia humanitaria.

A la devastación causada por la violencia hay que añadir la incapacidad internacional para aumentar debidamente la ayuda humanitaria para cubrir, siquiera, las necesidades más esenciales de la población, añade MSF. La falta de asistencia es flagrante en Bangui y prácticamente inexistente más allá de la capital. Continúa existiendo déficits muy graves desde en la distribución de agua hasta en la de comida y refugio -los fundamentos básicos de la ayuda. En el aeropuerto de Bangui, sin ir más lejos, cerca de 60.000 desplazados se hacinan justo al lado de la pista de aterrizaje donde tienen que vivir con menos de cuatro litros de agua por persona y un sistema de saneamiento deplorable.

Por todo ello MSF reclama una movilización internacional urgente.

"La crisis humana de la que estamos siendo testigos hoy no tiene precedente alguno en el país. La República Centroafricana ha sido marginada, olvidada durante años", ha declarado Joanne Liu. "La movilización internacional debe llegar ahora, no en un mes ni en seis meses. Somos testigos atrocidades todos los días. Una catástrofe masiva tiene lugar ante nosotros, ante los ojos de los líderes internacionales. No responder a ella es adoptar la plena y deliberada decisión de abandonar a la población de la República Centroafricana" ha manifestado la Presidenta Internacional de Médicos Sin Fronteras.

 
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