Enparantza mantiene ante el juez que la Guardia Civil mató a Jon Anza

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha hecho definitiva su petición de multa de 5.760 euros para el abogado Jon Enparantza, detenido en la última operación contra el 'frente de makos' de ETA, por acusar en 2010 a la Guardia Civil de haber intervenido en la desaparición y muerte del etarra Jon Anza en Francia. El acusado ha señalado ante el juez Vázquez Honrubia que mantiene esta acusación, defendiendo que actuaba en calidad de abogado defensor de la familia de Anza cuando hizo las declaraciones en una rueda de prensa.

La causa seguida contra el abogado Jon Enparantza por acusar a la Guardia Civil de intervenir en la muerte del etarra Jon Anza en 2010 ha quedado vista para sentencia después de hora y media de juicio oral en la Audiencia Nacional. El Ministerio Fiscal ha hecho definitiva su petición de una multa de 5.760 euros para el abogado, detenido en la operación contra el 'frente de makos' de ETA, por entender que injurió a la Guardia Civil al hacer estas acusaciones en una rueda de prensa "incluso antes de que se supieran las causas de la muerte de Anza en Francia". Por su parte, la defensa de Enparantza ha pedido la libre absolución del abogado, mientras que el propio acusado ha querido señalar ante el juez Vázquez Honrubia que mantiene esa teoría sobre la desaparición y muerte de Anza.

Jon Enparantza declaró en una rueda de prensa en Francia que las fuerzas policiales españolas "han secuestrado, torturado y llevado hasta la muerte a Jon Anza", añadiendo que "tenemos la certeza de que ha sido la Guardia civil. La hipótesis de los familiares y de la izquierda abertzale oficial se ve confirmada". Aseveró también entonces que "estamos ante un nuevo hecho de fuera sucia, las fuerzas de seguridad españolas lo retuvieron durante diez días y lo llevaron hasta la muerte, hoy ratificamos que Jon Anza ha sido secuestrado, torturado, y llevado hasta la muerte por las Fuerzas Armadas, ha sido la Guardia Civil, aunque no hay confirmación de si han sido los españoles o los franceses". Enparantza estaba dentro del equipo de abogados de la familia de Anza.

En un momento dado, el juicio ha derivado en un debate sobre la credibilidad de las acusaciones de Enparantza: la representante de la Fiscalía ha mantenido que estas declaraciones se realizaron sin base fáctica, en representación no sólo de la familia de Anza sino de la izquierda abertzale, e incluso antes de que se realizara una autopsia definitiva cuando apareció el cuerpo en un hospital francés. Además, la fiscal ha dado más credibilidad a la teoría de la muerte natural, la arrojada por los informes forenses, relacionando su muerte con el cáncer que padecía.

Teoría diametralmente opuesta por la defensa de Enparantza, apuntando a que la investigación se cerró "muy en falso" y denunciando la existencia de "manos negras" en el caso. Han afirmado igualmente que los investigadores franceses "nunca descartaron" la teoría que apuntaba hacia las fuerzas de seguridad del Estado español, alegando que las manifestaciones de Enparantza reflejan su estrategia letrada seguida ante las autoridades francesas e incluso ante el recurso interpuesto ante Estrasburgo contra el cierre de la investigación.

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Su abogado también ha solicitad que, en caso de ser condenado, se tengan en cuenta las eximentes y atenuantes de haber actuado en ejercicio de su deber (abogado de la familia) y también las dilaciones indebidas de un proceso que ha tardado cuatro años en resolverse.