Absueltos los padres de dos niñas a las que su abuela practicó la ablación
La abuela decidió mutilar a las niñas en un viaje de la familia a Gambia y cuando el matrimonio no estaba en el domicilio
La Audiencia Nacional ha decidido absolver a los padres de dos niñas a las que su abuela practicó la ablación cuando la familia realizó una visita a Gambia, donde residía la anciana y de donde era natural el matrimonio. Los jueces consideran que los padres eran contrarios a que se realizara la mutilación, y que no se les puede atribuir que la abuela decidiera proceder con la ablación por decisión propia y cuando ellos no estaban.
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La Audiencia Nacional ha absuelto a los padres de dos niñas a las que su abuela practicó la ablación cuando estaban de visita en su Gambia natal. Para los jueces, a los padres no se les puede culpar por dejar las niñas al cuidado de su abuela en Gambia cuando visitaron el país, su región de origen: la anciana aprovechó una salida de los padres a visitar a unos primos para mutilar a las niñas.
También tienen en cuenta que los padres en todo momento se habían mostrado contrarios a practicar la ablación a sus hijas, y que se enfadaron con la abuela cuando, a través de un examen médico, tuvieron conocimiento de lo que había hecho la abuela con ellas. La abuela, a quien todos los elementos del juicio apuntan como ejecutora de la mutilación, no ha sido acusada en este juicio.
Reconoce a este respecto la Audiencia Nacional que a los padres les corresponde "un deber de cuidado para con las niñas", pero que en cualquier caso la mutilación fue realizada por la abuela sin contar con su permiso: "No puede tildarse de omisión del deber que la madre dejara a sus hijos al cuidado de la abuela, persona que indudablemente goza de su confianza y de la que no podía dudar de que hiciera un mal a sus nietas". Señalan también que "el deber de cuidado de los acusados como padres no pueden exigir otra conducta que la realizada: permitir el viaje y en Gambia estar al cuidado de la abuela".
Las dos niñas fueron reconocidas por una doctora en enero de 2011, un examen en el que se ratifica que las dos sufrían una mutilación genital con ablación de clítoris, "conjunto de pruebas que permiten tener por acreditador que la mutilación genital se produjo en el lugar, tiempo, ocasión y por la persona -abuela materna- que se dice en el relato de hechos. Los testimonios, según los jueces, demuestran que la madre de las niñas se enfadó con la abuela al enterarse de que había mutilado a las niñas cuando ellos estaban visitando a otros familiares y estaban a su cuidado.