El FMI pide que los bancos grandes aporten más a los fondos de rescate
El organismo internacional cifra en hasta 300.000 millones de dólares el apoyo público a los bancos europeos "demasiado importantes para caer"
Los especialistas financieros del Fondo Monetario Internacional (FMI) han presentado un informe en el que ponen números al apoyo público que han recibido en el mundo los bancos sistémicos, a los que se conoce como TITF ("too important to fail", o "demasiado importantes para caer", por el efecto disruptor en el sistema financiero mundial que produciría su quiebra). Según sus cálculos, este respaldo (implícito o explícito) a la gran banca ha supuesto el equivalente a darles entre 90.000 y 300.000 millones de dólares en subsidios en el caso de las entidades grandes europeas para el periodo 2011-2012. Unas ayudas que propician los comportamientos de riesgo y dan ventajas injustas a esos bancos, por lo que los expertos del FMI proponen medidas mitigadoras: entre otras, que esos bancos aporten más a los fondos de rescate que el propio sector financiero mantiene para hacer frente a la quiebra de entidades.
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El FMI dice que la crisis ha aumentado la concentración del sector financiero, y ha agravado por tanto el problema de entidades "demasiado importantes para caer". Hay así menos bancos en el mundo y son más grandes, y los apoyos que esos bancos importantes han recibido en los últimos años de los Gobiernos causan distorsiones y amenazas importantes para el sistema: les han proporcionado ventajas competitivas injustas (puesto que los bancos más pequeños no gozan de esos apoyos públicos), además de propiciar comportamientos más arriesgados entre los propietarios de las entidades grandes (puesto que se saben respaldados por el dinero público) y aumentar el peligro de que una nueva vuelta de la crisis financiera acabe costándole más dinero a los contribuyentes si hay que mantener a flote cueste lo que cueste a esas entidades clave para el sistema financiero.
Estudiando las notas que las agencias de calificación ponen a los bancos importantes y a los más modestos , y las diferencias en los seguros de impago de deuda (Credit Default Swaps, o CDS) entre unas y otras entidades, los especialistas del FMI han concluido que, entre 2011 y 2012, el apoyo público ha supuesto en la práctica unos subsidios de entre 15.000 y 75.000 millones de dólares para la gran banca de Estados Unidos, de entre 25.000 y 110.000 millones para la japonesa, de entre 20.000 y 110.000 millones para la británica y de entre 90.000 y 300.000 millones de dólares para las entidades más importantes de la Zona Euro.
Soluciones: cobrar a los bancos
Los expertos del FMI plantean distintas propuestas para compensar los efectos de esos subsidios. La principal es aumentar las aportaciones que las entidades grandes tienen que hacer a los fondos de rescate bancario, y hacerlas progresivas (más gravosas cuanto más grande sea el banco), para desincentivar la aparición de entidades "demasiado importantes para caer". Además, los especialistas del FMI creen conveniente aumentar la coordinación internacional para abordar los casos de los bancos con presencia fuerte en más de un país, y obligar a esas entidades grandes a tener listos y actualizados planes de recuperación (o, en su caso, de quiebra ordenada) por si golpea de nuevo una crisis financiera.
El estudio viene incluido en la publicación bianual que hace el fondo sobre la situación financiera mundial (Global Financial Stability Report), cuyo contenido completo se conocerá la semana que viene.