Susanna Griso: "Yo no quiero liderazgo a cualquier precio"
Entrevista con la presentadora Susanna Griso en la que habla de su programa, 'Espejo público', y también de su condición de mujer, madre y profesional de la televisión y el periodismo
Acostumbra a hacer ella las preguntas, no a que se las hagan. Sin embargo, en su manera de responder no titubea; incluso cuando se la incomoda con los temas tratados. Deja siempre unos segundos para comenzar a responder y, con un delicado pero perceptible acento catalán, Susanna Griso emana tranquilidad y firmeza en cada respuesta, envuelta siempre en una sonrisa final.
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Tranquilidad y firmeza son los mismos atributos que se perciben en el andar de esta mujer de 44 años que llega a la entrevista justo cuando acaba de terminar la emisión de su programa 'Espejo público'. Apenas son las 12 y media, pero Susanna lleva varias horas en pie y trabajando; las tres últimas delante de la cámara, en directo. Cada mañana ven este programa una media de 483.000 personas (datos de la actual temporada). Es la segunda opción en la franja, tras el magacín de Ana Rosa Quintana. Dice Susanna que no es algo que le preocupe si al apagarse el pilotito rojo ella queda satisfecha con lo que han hecho.
Se acerca por los pasillos de Antena 3. Sombríos y grises donde cualquier color pasa desapercibido. La magia de la televisión siempre está delante de la cámara. Susanna aparece por el que han denominado "Calle Farmacia de Guardia". Su gran capacidad para comunicar y su excelente intuición como entrevistadora -se mueve muy bien una vez que empieza el envite con sus entrevistados- es algo a la vista de cualquiera que sintonice su programa. En las distancias cortas, Susanna Griso, por lo que dice y por cómo lo dice, se muestra como una combinación perfecta de mujer, madre y profesional.
¿Qué tal la entrevista con Duran i Lleida?
Bien. Nos interesaba mucho conocer su opinión sobre la sentencia del Constitucional y comentar las declaraciones que hizo Mas en el Congreso coincidiendo con la capilla ardiente de Suárez.
En relación a esas declaraciones, Duran ha dicho: "Puedo responder por lo que yo diga. Con esto te lo digo todo". Qué importante es una entrevista los silencios y lo que no se dice...
Es algo más de un silencio [Sonríe]. Yo lo interpreto así: "No lo suscribo, creo que no era el momento, pero no seré yo quien critique a un socio de partido".
Claro, en las entrevistas, esas omisiones o esos segundos significados son muchas veces más importante que el titular que se resalta de la entrevista... ¿cómo juegas tú con eso, como entrevistadora?
Casi es la parte más interesante de una entrevista televisiva y es muy difícil luego reflejarla porque hay mucha gente que hace un seguimiento de la entrevista a través de la prensa, de medios digitales, de redes sociales... De alguna manera, los silencios que dicen tanto en televisión, no quedan reflejados porque es imposible.
En la anterior entrevista que tuvimos, tú venías de entrevistar a Rajoy. Era la primera entrevista que concedía tras las elecciones de 2008 en las que salió claramente derrotado. ¿Era más fácil de manejar al Rajoy perdedor?
Sin duda. Siempre es mucho más fácil tratar a alguien cuando está en la oposición o cuando ha sido expresidente. Las entrevistas a los presidentes del Gobierno son mucho más caras y Rajoy es un político al que no le gusta conceder entrevistas. Posiblemente sea el presidente que menos entrevistas haya concedido en 2 años de mandato. Sí que en la oposición concedía muchas...
En cambio, los que están de oferta son los expresidentes. Mucho más fáciles de conseguir.
Claro, no paran de sacar libros...
[Ríe] Exacto. En los últimos meses he entrevistado a Aznar, Zapatero, González...
¿Cuál crees que tiene aún más apego al sillón de Moncloa?
Te diría que ninguno de los tres tiene ya apego. Pienso que han tenido su síndrome de Moncloa y te lo reconocen -más bien en privados-, pero no sé hasta qué punto cambiarían esta etapa que viven ahora por la de Moncloa. La recuerdan como una etapa dura.
El propio Rodríguez Zapatero tuvo un final muy convulso. Él siempre lo dice y lo cuenta en privado, lo que le hace sentirse muy solidario con Mariano Rajoy. Posiblemente, mucho más tolerante de lo que le correspondería a un expresidente que representa a la oposición.
Ya que hemos hablado de Duran, la sentencia... ¿Tú te ves, cuando viajes a tu tierra, presentando el pasaporte porque el DNI ya no te sea válido?
No me planteo ese escenario. Antes o después quiero pensar que el acuerdo entre políticos llegará. Hay quien dice en Cataluña que ese acuerdo llega demasiado tarde. Yo quiero ser positiva.
"Los catalanes que estamos en Madrid y tendemos puentes, somos los primeros puentes que muchos dinamitan"
Para los catalanes conocidos como tú, ¿es un problema que os pongan este tema sobre la mesa en una entrevista?
Los catalanes que estamos en Madrid y pretendemos tender puentes, somos los primeros puentes que mucha gente dinamita. Te caen críticas... A veces, te sientes incomprendida en tu tierra y otras, aquí [en Madrid], tal vez la gente querría que hicieras declaraciones grandilocuentes. "Mójate", dicen. Ahí siempre he apelado mucho al diálogo, que es en lo que yo siempre he creído. Pero es un mal momento para hacer pedagogía.
Cambiando de tema. Publicamos un análisis de audiencias cuando se produjo el caso Asunta y programas como el tuyo, 'Espejo público', o tu competidor, 'El programa de Ana Rosa', subían mucho en audiencia y prácticamente se convertían en monográficos sobre este caso. ¿Hasta qué punto termináis pasando de información a convertir estos casos en un tema, simplemente, porque sabéis que sube la audiencia?
Bueno, no te voy a engañar: nosotros siempre intentamos encontrar un equilibrio entre lo que consideramos que es noticia y los temas que a nosotros nos consta que dan audiencia porque generan interés en el espectador.
El caso Asunta ha sido muy misterioso, sorprendente, bastante insólito en la historia criminal de España y durante unos meses generó mucho interés. Además, hemos tenido todo el material posible. Siempre defiendo que nuestro ADN es apostar por la actualidad y que lo que tenemos que hacer siempre es estar ahí donde están pasando las cosas. Para eso somos espejo de la realidad.
Sí, un espejo, pero ¿no crees que en ciertos temas morbosos también ese espejo puede caer en la deformación de la realidad? ¿Qué hubiera pasado si 'Espejo Público' opta por dar información pura y dura -no entrevistando a un vecino que pasaba por allí-, rellenando el programa con otras noticias que también son actualidad ? ¿Hubiera sido demoledor para su share durante esos días?
[Piensa] Siempre pienso que los casos, los sucesos, nos tienen que servir para apelar al conocimiento o a la experiencia de profesionales que tenemos en la mesa como abogados, profesionales... Siempre extraer alguna enseñanza de lo que contamos.
Que en el caso Asunta, que es un tema que interesó mucho, a lo mejor haces un exceso o pides testimonio de demasiadas personas... Es posible. Es un asunto que ha abierto muchos informativos y que las exclusivas que hemos dado nosotros las han recogido esos informativos.
En este caso, me atrevería a decir la prensa -que siempre da lecciones a la televisión- ha dedicado páginas y páginas. Siempre hay una doble vara de medir. Con las televisiones se es especialmente crítico y los mismos medios que las critican, luego dedican 2 y 3 páginas en casos como este.
Cuando ves que el día en el que 'La voz kids' emite la actuación de Iraila tras su fallecimiento, su actuación reúne a más de 7,5 millones de personas casi a media noche, ¿te decepciona el espectador español?
No, los telespectadores no me decepcionan nunca porque pienso que no todos los que estén ahí lo hagan por morbo. El caso de esta niña genera mucha conmoción.
Yo no sigo ningún docu-reality ni ningún talent show y me lo comentaron mis hijos que lo habían hablado en el colegio... Los que sí hacían un seguimiento del programa les emocionaba mucho la historia. Luego hubo un debate de si la cadena tenía que emitirlo [la actuación] o no y yo creo que ha actuado bien, han hecho lo que ha pedido la familia. Nadie les puede criticar nada.
No pienso que sea tanto morbo, como sí una historia que ha causado impacto a la audiencia. Pienso que, como se dice siempre, "el cliente tiene la razón". Yo defiendo que los medios debemos encontrar un equilibrio, no solo porque algo te dé audiencia hay que apostar sólo por eso. También hacemos mucho trabajo social: hemos denunciado las estafas de los falsos inspectores de gas. No te imaginas las llamadas que nos han llegado.
Me pongo mucho en la piel de la gente que nos ve. Y a primera hora, mucha de la gente son personas en paro. De ahí que también tengamos una sección para dar a conocer las ofertas de empleo que nos llegan. Me pongo en la piel de muchos jubilados que están solos en casa y que su ventana al mundo es la tuya y que, por tanto debes hacer que se sientan acompañados...
La radio que es un medio tan cercano, al que la gente tanto recurre y que, como dicen los oyentes, que tanta compañía hace... Esa sensibilidad tuya para saber ponerte en la piel del telespectador, ¿crees que la conseguiste adquirir de los años que pasaste trabajando en radio?
No lo sé. Al final todos somos humanos. Lo que defiendo es que la tele tiene mucha emoción. Algo que me enseñaron en la facultad y que no he olvidado es que tú siempre hablas para una persona concreta, no para un ente difuso. Estoy hablando a una persona y yo procuro hasta ponerle nombre y apellidos. Muchas veces pienso hasta en mi propia madre.
Eso te determina la manera de comunicar y de dirigirte a esa audiencia que siempre te ve.
"Los medios que critican a las televisiones luego dedican 3 páginas a casos como el de Asunta"
¿El objetivo de 'Espejo público' -no sé si también el de Susanna Griso- sigue siendo el de batir a 'El programa de Ana Rosa'?
Mi objetivo es hacer un buen programa, y no lo digo por quedar bien. Yo no quiero liderazgo a cualquier precio. Quiero hacer un programa del que me sienta orgullosa.
Un programa que marque la información política, que seamos los primeros en dar las noticias que están pasando, que aportemos análisis, que tengamos los mejores contertulios y las mejores entrevistas políticas. Si consigo eso, me doy casi, casi por satisfecha.
Evidentemente, no te voy a negar que soy una persona que quiero que mi programa tenga audiencia porque creo que el programa se lo merece y me equipo también. Pero es una combinación de ambos factores: lo importante es hacer un buen programa y si lo ve mucha gente, mejor.
En la entrevista que te hice en 2009 me decías que habías cambiado con respecto a tu etapa de chica del instituto Arnau Cadell. Me decías "ahora soy más escéptica y cínica". ¿Por qué?
Con los años creo que todos nos volvemos un poquito más escépticos y más cínicos. Siempre he creído en la bondad natural de las personas, pero la vida te enseña a base de golpes que no siempre hay bondad ahí donde la buscas.
Es verdad que me he vuelto más escéptica y más crítica -cosa que creo que me ha venido bien porque considero que el periodista lo debe ser-, pero también me he vuelto más indignada. Lo que me ha pasado en los últimos años es que yo ahora sí que creo que el periodista tiene que posicionarse y denunciar muchas injusticias.
Venimos de una situación de crisis muy dura. Rajoy dice que "hemos pasado el Cabo de Hornos" -y entiendo que lo diga-, pero nos tenemos que acordar de toda la gente que sigue aún en la bodega del barco muy mal, en unas condiciones muy lamentables y que necesitan ser atendidos con urgencia. Desde mi programa, lo pienso muy a menudo. Soy muy consciente y me siento muy próxima a esas personas. No sabes la cantidad de historias desesperadas que nos llegan. Historias durísimas que me dejan muy tocada.
Pareces una persona que te gusta pulsar la realidad, conocerla. De todo lo que nos rodea ahora, ¿qué te da miedo para Mireia y para Jan [sus hijos]?
¡Ay qué pregunta me acabas de hacer! [Piensa] Esta es una muy buena pregunta que jamás me habían hecho.
Lo primero que pretendo es que sean buenas personas y salgan bien armados en cuanto a valores. Ese trabajo nos toca hacer en casa. Luego que estén bien preparados y bien educados para un escenario que será mucho más competitivo que el que tenemos ahora.
Les quiero dar mucha autonomía, mucha independencia. Es algo que me inculcaron mis padres. Soy la pequeña de siete hermanos y siempre nos mandaron a estudiar al extranjero, siempre nos han dado mucha libertad. Con 8 años yo me cogía a diario un tren y dos autobuses. Eso es algo que creo que mis hijos tienen que hacer. Tendemos muchos a sobreprotegerles. Y lo que yo pretendo es que mi hijo, con 11 años, este verano se coja un avión y se vaya solo a Canadá.
Pienso que les va a servir en el día de mañana. Que les va a dar mucha seguridad. A mí me ha servido a la hora de viajar, de trabajar, de emprender nuevos proyectos... Quiero trasladarles esto que mis padres hicieron conmigo.
Como madre, como mujer... (y ya que hemos hablado de Rajoy), ¿Eres de las que piensan que ahora, con proyectos como la Ley del Aborto, las mujeres tienen menos libertades que en la época de 'Cuéntame'?
No lo sé, porque la reforma del aborto, con la que yo he sido muy combativa, veremos en que se queda [sonríe]. No va a ser el proyecto que presentó en su momento Gallardón. Lo he entrevistado en estos dos años varias veces y siempre iba a ser inminente su aprobación...
Dejando al margen el tema del aborto, que veremos en qué queda, evidentemente yo tengo ahora muchas más libertades y mucha más capacidad de desarrollarme que años atrás. Ahí sí que hemos ganado.
Aún hay mucho trabajo que debemos hacer, el techo de cristal existe... Siendo muy reivindicativa con una igualdad que aún no tenemos, pienso que hemos recorrido mucho.
"Me he vuelto más indignada; creo que el periodista tiene que posicionarse y denunciar muchas injusticias"
¿Cuándo dejarás 'Espejo público'? Es la etapa más larga de tu carrera que pasas en un mismo programa...
Pues es verdad. No me había dado cuenta de eso, veo que tú sí has hecho los cálculos [ríe]. ¡Cuántas horas de televisión! ¡Cuántos madrugones!
Tú me llegas a preguntar cuando arrancaba 'Espejo público' que si me veía en él 8 años... De entrada me parecía una locura, era agotador. Y lo sigue siendo. Es un programa agotador.
No sé decirte dónde voy a estar dentro de dos años. Si algo he aprendido es que hacer planes a medio plazo es bastante absurdo porque muchas veces la vida los hace por ti.
Me gustaría hacer otras cosas, pero también veo bastante incompatible hacer otros programas haciendo 'Espejo público'. Esto es un sacerdocio: me acuesto pronto, me levanto a las 5 de la mañana, estoy todo el día pendiente de noticias, me llevo un tocho de documentación a casa cada tarde para prepararme las entrevistas... Trabajo tanto que me parece imposible compaginarlo con nada más.
¿En qué cree Susanna Griso?
[Piensa] Yo creo en el ser humano. Será que soy muy optimista, a pesar de todo... Desde la crítica, desde la indignación y desde la reivindicación creo que tenemos muchos menos límites de los que muchas veces nos ponemos.
Fíjate, siendo muy doloroso el momento por el que estamos pasando, cuando empecemos a creer un poquito en nosotros mismos y explotemos esas capacidades que tenemos, habremos aprendido muchas cosas. A base de sangre, sudor y lágrimas... pero yo veo un futuro bastante más optimista del que ahora mismo cabría pensar.