La indecente rentabilidad televisiva del caso Asunta

El jueves 26 de septiembre, 'El programa de Ana Rosa' (Telecinco) registraba un impresionante 23,6% de cuota de pantalla (608.000 espectadores). Era el mejor dato de audiencia de los últimos dos años. 'Espejo Público' (Antena 3) marcaba un no menos espectacular 20,7% de share (513.000espectadores). Los tres días anteriores también fueron buenos en audiencia. El domingo 22 de septiembre, se había hallado el cuerpo sin vida de Asunta, una niña de 12 años. Esa semana, estos dos programas se volcaron con este suceso. Les salió muy rentable en términos de audiencia.

Para calibrar mejor los datos conseguidos por el programa de Ana Rosa Quintana y el de Susanna Griso en la semana inmediatamente posterior al hallazgo del cadáver de Asunta, se debería echar un vistazo al share de estos programas en otras temporadas. En la anterior, 2012/2013, 'Espejo Público' promedió un 17,1% de cuota de pantalla con 496.000 de telespectadores. 'El programa de Ana Rosa' promedió en la temporada pasada un 18% de share y 531.000 espectadores. En la temporada 2011-2012, el magacín de Antena 3 cosechó un share medio del 15,4%; el de Telecinco marcó un promedio del 16, 8% de share. Datos ampliamente superados por los conseguidos, por ambos programas, el jueves 26 de septiembre.

En la tarde-noche del miércoles 25 de septiembre, tres días después de conocer la noticia de la muerte de la pequeña, se detiene al padre también al padre de Asunta y es cuando empiezan a ver la luz las informaciones, rumores, hipótesis... acerca de que los padres de la niña podrían estar implicados en el asesinato, los rumores de que el móvil podría ser la herencia de los abuelos... La máquina sensacionalista funciona a pleno rendimiento.

Dos días después, para el sábado 28 de septiembre, Telecinco lleva a cabo otra jugada maestra que le permite convertir en audiencia el interés suscitado por el asesinato de Asunta. En el nuevo programa de la noche de los sábados en esta cadena, 'Abre los ojos... y mira', su conductora, Emma García, entrevista al abuelo paterno de Asunta, Alfonso Basterra. Una entrevista que no deja ningún dato contrastable ni de interés periodístico más allá de la opinión personal que tiene el abuelo de lo que ha sucedido. Eso mismo, la opinión del abuelo recibe un tratamiento de hechos. Donde el abuelo dice "creo que pudo pasar esto", el programa insinúa "pasó esto". La fórmula funciona y 'Abre los ojos... y mira' se anota su mejor dato desde que está en emisión: 13,8% de share, una subida de 3,5 puntos para un programa que, hasta ese momento, no tenía el favor del público.

Tras estos resultados, ambas cadenas parecen concluir que el chicle se puede estirar más. Como si se tratase de buscar acomodo en la programación a un partido de fútbol o a un debate de política, Antena 3 y Telecinco reservan el late night de la noche del martes 1 de octubre -sólo han pasado 9 días del asesinato de Asunta- para colocar dos programas especiales que, supuestamente, analizarían y desgranarían todo lo acontecido en torno a la menor.

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Fueron dos programas cargados de reportajes sensacionalistas, de hipótesis y rumores presentados como hechos, de supuestos "testigos clave" a los que tienen acceso "en exclusiva" y que, sin embargo, el juez ni ha citado a declarar... Un vecino del pueblo, una maestra del colegio de Asunta, un psicólogo que no ha tenido más acceso al caso que el que le han ofrecido los medios dando su opinión sobre el estado mental de los padres, especialistas en lectura de gestos, supuestos expertos que se decantan por las teorías más conspirativas y repugnantes, emisión constante de fotografías de la niña...

Con todo esto, el especial 'El crimen de Santiago' (Telecinco) se anotó un 13,5% de share con 935.000 espectadores. El de Antena 3, 'El crimen de Asunta', logró un 13% con 833.000 espectadores. En el caso de Telecinco supone mejorar en 3 puntos los datos que consiguió en esta misma franja el martes 17 de septiembre, el anterior al fallecimiento de Asunta. En el de Antena 3, supone un incremento de 3,5 puntos de share (más de un 30%) con respecto a ese martes.

Dos semanas después, los programas de ambas cadenas que más cobertura mediática le están dando al caso, 'Espejo Público' y 'El programa de Ana Rosa' siguen presentando estupendos datos de audiencia, por encima siempre de los conseguidos la pasada temporada. En la primera semana de octubre, el magacín de Susanna Griso ha promediado 18,7% de share; el de Ana Rosa, 20,5%.

En las webs de estos programas, las noticias y vídeos relacionadas con el caso Asunta están entre los temas más visitados.

La FAPE denuncia sensacionalismo en las informaciones

Toda esta rentabilización televisiva de un crimen tan repulsivo como el de Asunta ha llevado a la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España) a emitir un comunicado que denuncia que "una vez más, todos estos pilares que sustentan la dignidad del periodismo y de los periodistas se han visto conculcados por parte de algunos medios".

Esta entidad ha reprochado que "gran parte de los medios informativos sigan la estela de programas proclives al sensacionalismo, la conjetura o el rumor y nunca elaborados bajo criterios profesionales". En el comunicado la FAPE habla de algunas de las técnicas y métodos usados por algunos medios en el caso de Asunta: "toda una marea de especulaciones, informaciones no contrastadas, rumores elevados a categorías de noticia, declaraciones confusas e interpretaciones fantasiosas cuando no falsas".

No se trata de profesionalidad, sino de decencia

En este comunicado la FAPE pide a los periodistas que basen su trabajo en el contraste de las fuentes informativas, el respeto de los límites al derecho a la privacidad, a la propia imagen y a la presunción de inocencia...

Algunos directivos de cadenas de televisión responderían a este comunicado diciendo que la práctica correcta del tratamiento de la información, que pide FAPE, difícilmente se traduciría en un incremento de audiencia. Mucho más rentable convertir en show este tipo de casos como ya se hizo con el caso Bretón o el caso de Marta del Castillo.

Estamos pues ante una cuestión que va más allá de la profesionalidad. Se trata de decencia. No se puede dar el mismo tratamiento ni especular con una información que verse de economía, de fútbol o cultura que cuando estamos contando cómo ha sido asesinada una niña de 12 años.

No es cuestión pues de no informar, se trata de no convertir el seguimiento informativo en un carrusel de suposiciones, rumores, imágenes espeluznantes, testimonios irrelevantes presentados como fundamentales... Se trata de no ver a periodistas y presentadores en el rol de jueces, policías o abogados.

Va más allá de la profesionalidad. Es la decencia que supone renunciar a ganar unas décimas de audiencia a favor del respeto a una menor que acaba de ser asesinada y a quienes intentan resolver todas las incógnitas que se ciernen sobre él.