Los faros que iluminan la costa española
El Ministerio de Fomento quiere transformar el gasto que supone mantener estas edificaciones en un ingreso a través de un nuevo tipo de turismo
En primera línea de costa, con vistas de gaviota o sobre un acantilado. Así podrían promocionar su oferta turística aquellos faros de la geografía española que puedan transformarse en hoteles con encanto o pequeños restaurantes. En el caso de que el faro esté habitado, el ministerio quiere que el farero cohabite con el nuevo uso. En España hay 187 faros dispersos por toda la costa y, de ellos, 55 están habitados.
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En nuestro país hay 187 faros que iluminan, cada noche, la costa española. Unos están habitados por fareros, otros atesoran entre sus cimientos records de todo tipo, pero todos ayudan a las embarcaciones a divisar tierra y guardan entre sus paredes decenas de historias. Ahora el Ministerio de Fomento quiere convertir estas variopintas edificaciones en hoteles y restaurantes para rentabilizar estos espacios.
Galicia
La Torre de Hércules encabeza la colección de faros que tiene Galicia. Es el faro romano más antiguo del mundo y, según cuenta la leyenda, se erigió en el lugar en el que el semidiós romano derrotó al gigante Gerión. La Torre de Hércules alumbra el camino de los barcos que se aproximan a la costa desde hace 2.000 años. El Faro de Finisterra se construyó en 1953, marca el punto final del Camino de Santiago y es uno de los más próximos a América. Por su parte, el de Estaca de Bares es el faro situado más al norte de la Península Ibérica y es la torre que marca la frontera entre el Atlántico y el Cantábrico. Desde el Faro de Ortegal se divisa el mar infinito y un prodigio natural, uno de los grupos de rocas más antiguos del mundo. Se trata de granito negro de 1.160 millones de años que surgieron tras la separación de los continentes.
Asturias
El Faro Isla de Tapia está situado en la localidad asturiana de Tapia de Casariego sobre una isla que se une con tierra firme a través de un espigón de 100 metros de longitud. Este es el faro más occidental del Principado y marca el límite entre Asturias y Galicia.
Cantabria
El Faro de Cabo Mayor, en Santander, es una de las construcciones más visitadas de la capital cántabra. Desde su ubicación se puede ver el accidentado acantilado de la costa con cotas de 50 metros sobre el nivel del mar. Este faro dio luz por primera vez en 1893 y costó 460.000 reales. Ahora es un espacio expositivo. El Faro del Pescador, en Santoña, guía embarcaciones desde 1864 y para llegar hasta esta construcción hay que ascender por una carretera que bordea el Penal del Dueso del municipio. Con una construcción modesta, el Faro del Ajo es famoso por las vistas que se observan desde sus cimientos: por un lado la Bahía de Santander; por el otro, la Ría de Castellanos.
País Vasco
Una de las características de todo faro es la de aguantar firme frente a las adversidades meteorológicas. Así, el Faro de Matxitxako, situado en la localidad de Bermeo, soporta a diario rachas de viento superiores a los 100 km/h y la niebla siempre le acompaña. Otro de los faros vascos que también lucha contra las inclemencias del tiempo desde 1855 es el Faro de Igueldo. Según antiguos documentos, ya en el siglo XVI, en ese mismo lugar, había una señal luminosa para anunciar a los navegantes la presencia de la costa.
Cataluña
De la comunidad catalana destaca el Faro de Cap de Creus, que se encendió por primera vez en 1853. Emplazado en un territorio singular, en medio del Ampurdán salvaje, se rodó en sus alrededores la película hollywoodiense 'La luz del fin del mundo'. El faro, desde lo alto, observa cómo la sierra de los Pirineos se sumerge en el mar Mediterráneo.
Comunidad Valenciana
En Canet de Berenguer, una pequeña población valenciana cercana a Sagunto, se levanta el faro 26.500 entre dos mares: el Mediterráneo y ese verde de naranjos que, por miles, crecen en la zona. Es un faro esbelto de 30 metros de altura que parece querer huir de las olas.
Murcia
El faro de Cabo de Palos está situado en el montículo más alto del último macizo montañoso de la sierra costera de Cartagena. El faro sigue habitado y tiene como acompañantes un pequeño pueblo pesquero y un fondo marino con una de las más importantes reservas del Mediterráneo.
Andalucía
El Faro de Punta Doncella descansa junto al puerto pesquero de Estepona, en Málaga, y data del año 1863. La construcción primigenia apenas se levantaba 8 metros de altura y tenía un alcance de 12 millas. En 1922 se construyó una nueva torre de piedra labrada que actualmente ayuda a las embarcaciones a embocar el Estrecho de Gibraltar en dirección al Océano Atlántico. El faro de Cabo de Gata se construyó en 1863 sobre las ruinas del castillo de San Francisco de Paula del que ya solo quedan vestigios del muro de la base. El faro de Chipiona, en Cádiz, destaca por sus dimensiones ya que sus 62 metros de altura lo convierten en el faro más alto de España y el quinto del mundo.
Baleares
En las Islas Baleares podemos encontrar hasta 36 faros guardando sus costas. El Faro de Cap Blanc marca uno de los extremos de la Bahía de Palma. Se trata de una edificación en forma de 'u' invertida coronada por la torre del faro, de 95 metros sobre el nivel del mar. Como muchos otros, este faro contaba con un servicio de lancha para el abastecimiento y se llegó a utilizar un carro que discurría por el acantilado para subir combustible hasta el faro. En Ibiza, el Faro de Botafoc se encarga de guardar el puerto desde el año 1861 desde un islote que tiene el mismo nombre en el que antiguamente se hacían fuegos sobre su cima para orientar a los barcos. En la costa norte de Menorca desafía a la gravedad el Faro Cavalleria, situado sobre un acantilado a 90 metros de altitud. Desde hace más de 150 años evita centenares de naufragios, según atestiguan documentos anteriores a su construcción. En el sudeste, el Faro del Aire se integra en el paisaje de una de las playas más visitadas del levante insular. Cuando todavía trabajaba Sebastián, el farero, tenía que remar hasta la costa para proveerse de víveres para cuando llegase el invierno, porque remar con viento en el canal era prácticamente imposible.
Canarias
Finalmente, en el archipiélago canario destacan faros como el de Maspalomas, en Gran Canaria, que ve cada año cómo miles de personas se bañan en las aguas que vigila; o el Faro de Orchilla, en la isla de El Hierro, fue considerado el fin del mundo por Tolomeo hasta el descubrimiento de América.