Un funcionario es apartado del servicio por vender droga y móviles a presos

El Tribunal Supremo ha confirmado que un trabajador de la prisión de Quatre Camins, en Barcelona, debe ser apartado del servicio por haber estado vendiendo droga, móviles y otros aparatos electrónicos a varios presos entre 2006 y 2008 a cambio de dinero. Fue inculpado después del testimonio inculpatorio de uno de los internos, en cuya celda se encontró un teléfono móvil además de sustancias estupefacientes.

Heroína, hachís, teléfonos móviles y un MP4. Son las drogas y aparatos electrónicos que un funcionario de la cárcel barcelonesa de Quatre Camins estuvo vendiendo a los presos del centro a cambio de dinero, y que según ha confirmado el Tribunal Supremo le cuestan la separación del servicio. El alto tribunal ha confirmado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que avaló la sanción que le impuso la Generalitat después de descubrir que estuvo llevando a cabo estas ventas a presos entre los años 2006 y 2008.

Los jueces desestiman el recurso presentado por el antiguo funcionario de la prisión contra su sanción, donde alegaba que la Generalitat había "preconstituido pruebas y empleado el procedimiento sancionador, todo a sus espaldas" y que eso habría vulnerado su derecho a la defensa.

Entre las pruebas que manejaron los investigadores y posteriormente los jueces están los testimonios inculpatorios de los presos con una primera declaración de un interno en cuya celda se encontró un teléfono móvil junto con sustancias estupefacientes. También el testimonio del subdirector de la prisión, que "explicó el modus operandi utilizado, señalando que el recurrente cobraba en la calle bien en dinero bien con cocaína pasando al interior los objetos ilícitos o prohibidos".