Narendra Modi, el nuevo líder de India

Se llama Narendra Modi, tiene 63 años y es un nacionalista hinduista. Va a gobernar la mayor democracia del mundo. Ha obtenido la victoria en estas elecciones, acabando con el control de la familia Gandhi - Nerhu que ostentaba casi desde la independencia de la India del Reino Unido. Modi es odiado y alabado por igual.

A favor del ganador de las elecciones indias, el buen trabajo y la buena gestión económica que ha realizado en el estado de Gurajat, que gobernaba desde hace 12 años. Se ha mantenido relativamente limpio de escándalos de corrupción que han azotado al Partido del Congreso de los Grandhi.

Este líder nacionalista hindú, pasa por buen gestor, honesto, trabajador, sensato y un modelo (el suyo) exportable al resto del país.

A ello se suma un hombre hecho a sí mismo, que durante su juventud ayudaba a su padre a vender té al paso del tres por su localidad natal. Se casó a los 18 años con una vecina, en una boda concertada. Modi dejó a su esposa a los tres años de su boda y nunca había hablado de eso hasta la campaña electoral. El abandono de la esposa ocurrió cuando Modi acabó sus estudios e ingresó en un grupo de extrema derecha hindú simpatizantes con la alemana Nazi y del que era miembro Nathuram Godse el asesino de Mahatma Gandhi.

Estuvo una década en esta formación, para pasar en el 1985 al BJP, partido hinduista con un perfil más moderado, pero inspirado en el ideario y la doctrina del anterior. Desde entonces no ha parado de cosechar éxitos hasta su gran tropiezo.

Persecución religiosa

El capítulo más sangriento de su biografía fue la muerte de casi un millar de musulmanes, en un país con un 80% de la población hinduista. En el año 2002, 59 peregrinos hindúes murieron el incendiarse en tren en el que viajaban. Radicales hindúes acusaron a activistas islámicos de prender fuego al tren. Como represalia hicieron una matanza indiscriminada de más de un millar de musulmanes. Aunque Modi salvó el tipo, había instruido a la policía para que dejara hacer a los represores.

Este hecho llevo a Estados Unidos a quitarle el visado, y al Reino Unido a romper lazos, que han restituido en estos doce años incluso invitándole a hablar en el Parlamento inglés, honor solo reservado para grandes amigos de la patria o jefes de estado.

Ha manejado como nadie las redes sociales. Durante la campaña ha dado mítines en tres dimensiones para poder estar presente hasta en 140 lugares a la vez. Esto tiene especial importancia en la India, donde el hinduismo permite a sus dioses estar en varios sitios a la vez.