Internacional

Juncker: "Pido a los gobiernos hombres políticos y de alto nivel para la Comisión"

El líder del PP europeo no se ha referido a las declaraciones de Cañete aunque, con ellas, ha generado profunda sorpresa en su propio partido

El candidato del Partido Popular Europeo a la presidencia de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y su rival del Partido de los Socialistas Europeos, Martin Schulz.EFE

No es la respuesta a las declaraciones de Cañete, grabamos la entrevista antes. Y su equipo no quiere plantear este tema en la campaña hoy. Pero es evidente que la tarjeta de presentación del nuevo candidato popular español genera en sus colegas bastante incomprensión cuando daban por hecho que el de Rajoy podía ser el sólo partido de un gobierno con programa de ajuste que no sufriera penalización el día 25.

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Poco ayudan, estas declaraciones, a reconstruir la credibilidad del Partido Popular español en su propia familia política europea, tocada desde que José María Aznar intentó construir una mayoría alternativa al poder franco alemán con los nuevos gobiernos del Este y aprovechando la guerra de Irak. Una crisis en la que Junker estuvo junto a Schröder y a Chirac.

Hoy el candidato del PPE a presidir la Comisión limita los problemas con el gobierno de Rajoy a la pelea por el puesto en el Comité Ejecutivo del BCE, perdido por España ante el gobernador del Banco de Luxemburgo, Yves Merch en Junio del 2012, tema que le ha costado algún "encuentro tenso con algunos ministros" pero que no ha deteriorado, dice, sus relaciones con el Presidente del Gobierno español.

Y aunque el PP español esperó al último minuto para darle los votos cuando en Dublín, el PPE, le eligió cabeza de cartel, Juncker le quita hierro asegurando que ni se enteró porque no los pidió. "No. Yo no hice campaña para encabezar la lista del PPE. Me eligieron pero a diferencia de otros, yo no hice campaña. Ni me di cuenta de que el Partido Popular Español dudaba".

Eso si, tiene claro que "España no ocupa la plaza que le corresponde. No ocupa suficientes puestos en las altas funciones europeas" y promete arreglarlo. "Voy a cambiar esto", dice directo. Aunque rechaza confirmar con que cargos. "Sería arrogante repartir puestos antes de haber sido votado por el Europarlamento".

Quienes conocen bien a Juncker dicen que este es el argumento con el que la noche antes de su elección rechazó cerrar ningún pacto concreto con los negociadores de Rajoy. Aunque su entorno considera a De Guindos un candidato bueno para la Presidencia Permanente del Eurogrupo, cargo que sin embargo seguirá teniendo como contrapeso a un Comisario Europeo de Asuntos Económicos porque el diseño de Junker no incluye su fusión.

Temas para el futuro de la negociación post elecciones. Del presenté más próximo, Juncker acepta que hay españoles que han sufrido con desproporción en esta crisis. Pero especialmente cuando habla de la situación de muchos desahuciados, mantiene que el problema es español. "No lo ha exigido Europa, es la ley española. No quiero inmiscuirme en la legislación pero me quedé de piedra. No podía creerlo. Nunca he entendido como la ley española puede prever que si pierdes tu casa has de seguir pagando. En mi país, en Luxemburgo esto no es así. Y es que no debe ser así. A mí me gustaría que cambiara aunque no es una competencia Europea".

<a name="despiece1"></a><b>''Estoy bastante satisfecho, a pesar de algunos errores y comportamientos excesivos en austeridad, de lo que hemos hecho"</b>

Es la última semana de campaña y los sondeos dicen que a pesar de la crisis el Partido Popular Europeo puede ganar las elecciones."¿A pesar de la crisis?" Pregunta Jean Claude Juncker con cara de ofendido. "No entiendo este matiz. Hemos contribuido a activar programas de ajuste y lo hemos hechos los democristianos del PPE y los socialistas. Hemos logrado que el euro sobreviva, que Grecia siga en la eurozona y que ésta siga viva a pesar que hasta octubre del 2012, los mercados financieros, especialmente los anglosajones lo hicieron todo por romper la Eurozona. Y si, estoy bastante satisfecho, a pesar de algunos errores y comportamientos excesivos en austeridad de lo que hemos hecho".La caída de Lehman Brothers, la banca de inversiones americana en septiembre del año 2008 deja sin margen de actuación a los gobiernos de la Unión Europea. Esta es su tesis. Tras ella empieza el pulso contra el euro. Por esto y sin sonrojo Juncker afirma: "No tuvimos más remedio que salvar a los bancos". Visto lo visto "el día que el gobierno americano no quiso salvar a Lehman Brothers no podíamos hacer lo mismo en Europa. La catástrofe habría sido enorme para clientes, ahorradores y pequeñas y medianas empresas".Es su discurso. El que explica en Bruselas. El que defiende en los debates en inglés o francés a nivel europeo y el que le ha permitido rechazar en la Cadena SER que "los populares sean el partido de la austeridad y los socialistas los de la generosidad" porque en su memoria de esta crisis hay una responsabilidad conjunta.Discurso de consenso donde el acento está en el sentido de la responsabilidad de todos frente a unos mercados catastróficos. Pero discurso, parece, complicado en aquellas capitales de la Europa rescatada donde socialistas y populares van a la greña y explicando al votante que la culpa es del otro. Imposible poner aquí el acento en Portugal, por citar un ejemplo, donde este fin de semana le hemos podido oír asegurando que los que pasa allí no es "culpa de los errores del pueblo portugués" sino de la gestión de quienes gobernaban antes de que "nosotros tomáramos el poder". Un plural mayestático alejado del que se usa en Bruselas donde tampoco se le suele escuchar decir, alzando el tono "que nunca más aceptará que se vulnere la dignidad de la Europa del Sur". Un sentimiento de humillación frente a la Europa de los países ricos que en el país de Durao Barroso obliga a sus colegas a hacer campaña pidiendo el voto para Portugal.

 
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