El Ejército de Tailandia declara un golpe de estado para "restaurar el orden en el país"
Tailandia arrastraba ocho meses de protestas antigubernamentales que han causado 28 muertos
El jefe del Ejército, el general Prayuth Chan-ocha, ha anunciado que asume el control del Gobierno con el objetivo de restaurar el orden y sacar adelante reformas, tan solo dos días después de instaurar la ley marcial en el país asiático. El general ha prometido que esto no afectará las relaciones internacionales de Tailandia, un importante destino turístico en Asia.
El Ejército de Tailandia ha protagonizado un golpe de Estado, dos días más tarde de declarar la ley marcial en medio de la crisis política que vive el país, tras más de ocho meses de protestas antigubernamentales.
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"En el interés de la ley y el orden, asumimos los poderes. Por favor, permanezcan en calma y continúen con sus quehaceres diarios", ha dicho el jefe del ejército tailandés, Prayuth Chan-Ocha, en un anuncio televisado.
El máximo responsable militar del país ha indicado que la orden busca impedir más muertes y una escalada del conflicto entre detractores y simpatizantes del Gobierno.
Rodeados por otros responsables militares con gesto adusto, Prayuth ha anunciado la asonada después de que en la segunda reunión entre representantes del Gobierno, la oposición y líderes de los manifestantes en el Club del Ejército no se alcanzase acuerdo alguno.
Prayuth canceló la reunión después de dos horas negociando sin resultados y los soldados se llevaron a todos los asistentes a las dependencias del Primer Regimiento de Infantería, excepto a los participantes miembros del Senado y la Comisión Electoral.
El Ejército se otorgó el papel de mediador tras declarar el martes la ley marcial en todo el país para prevenir un estallido de violencia tras ocho meses de protestas antigubernamentales que han causado 28 muertos y centenares de heridos.
Los manifestantes antigubernamentales exigen una reforma del sistema político, que consideran corrupto, y proponen la creación de un consejo no electo para que lleve a cabo los cambios antes de celebrar nuevas elecciones.
Tailandia arrastra una grave crisis desde el golpe de Estado que derrocó de 2006 al ex primer ministro Thaksin Shinawatra y a quien sus detractores acusan de dirigir el Gobierno desde el exilio. Los "camisas rojas", seguidores de Thaksin, amenazaron con elevar sus protestas en Bangkok si el Ejército tomaba el poder y caía el Gobierno interino. Con esta, los militares han urdido 19 asonadas, 12 de ellas con éxito, desde que acabó la monarquía absolutista en 1932.