Letizia Ortiz, la plebeya que llegó a reina
La primera princesa de la historia española sin sangre azul lleva más de una década preparándose para ejercer como reina al lado de Felipe de Borbón
Fue el momento en que comenzó a escribirse su futuro. Letizia Ortiz se convertía en prometida del Príncipe de Asturias. En su declaración de intenciones, seguir los pasos de la Reina Sofía, aunque su origen era muy distinto. Doña Letizia, periodista, sin sangre azul y divorciada, seguia el camino de otras princesas plebeyas europeas. / ATLAS
La princesa de Asturias se convertirá en reina de España con tan sólo 41 años. Será la primera en la historia del país que no desciende de una familia aristocrática y que ha ejercido una profesión más allá de las funciones de la institución monárquica.
Más información
Hace poco más de diez años, Letizia Ortiz sólo era conocida por presentar los informaticos en la cadena pública después de estudiar periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Procedente de una familia asturiana y divorciada tras una relación anterior, la princesa tenía referentes profesionales en su padre y su abuela, ambos periodistas radiofónicos. En TVE, y después de pasar por varios medios de comunicacaión, Letizia tuvo que informar sobre importantes acontecimientos, como los atentados del 11-S o el hundimiento del Prestige.
En este contexto, en medio de un ascenso profesional, conoció al príncipe Felipe en una cena de amigos. Letizia había ganado el premio Mariano José de Larra de la APM como mejor labor periodística de menos de 30 años, y así como el príncipe, también ella tuvo que evaluar los pros y los contras de volcarse con la Corona.
La noticia del noviazgo del príncipe y Letizia pilló por sorpresa al país a principios de noviembre de 2003. La relación había sido minuciosamente ocultada por ambos, y poco después del anuncio de la Casa del Rey, tuvo lugar la pedida de mano. Uno de los momentos más recordados fue cuando la futura reina sacó su fuerte carácter al interrumpir a Felipe delante de las cámaras de televisión. La boda de Estado se celebró en la catedral de La Almudena el 22 de mayo de 2004 en medio de un gran chaparrón y ante representantes de las principales casas reales de Europa.
La línea de sucesión al trono se aseguró con la llegada de la primera hija de Felipe y Letizia. La infanta Leonor nació el 31 de octubre de 2005 y, una vez que su padre sea coronado rey, pasará a ser la heredera de la Corona.
Diez años de preparación para ser reina
A partir de ese momento, doña Letizia se convirtió en su Alteza Real la Princesa de Asturias, y desde entonces tuvo que formarse en el protocolo y sus nuevas obligaciones para convertirse en reina de España. No tardamos en verla desenvolverse con naturalidad en la agenda oficial y también en la propia, pues desde 2007 se ha comprometido en la defensa de los afectados por enfermedades raras y el apoyo a la innovación, la educación y la colaboración con la Organización Mundial de la Salud en temas de nutrición.
Desde su compromiso, Letizia ha ido incrementando poco a poco su participación en actos públicos, al principio acompañando a Felipe, si bien con el paso de los años, y al adquirir cada vez más experiencia, ha ido desarrollando una agenda propia de trabajo centrada sobre todo en temas sociales y culturales.
En estos últimos años de creciente actividad de los príncipes como consecuencia de las intervenciones quirúrgicas a que se ha sometido el rey, la presencia de Letizia se ha convertido en habitual, mientras otros miembros de la familia, como la infanta Cristina, dejaban de estar en la agenda de actos de la casa Real. Todo en un contexto en el que ha sido visible el distanciamiento público de los príncipes con la infanta y su esposo, Iñaki Urdangarin, sometidos a investigación judicial por el 'caso Nóos'.