Pemex critica la gestión de Repsol para explicar su salida
Cuestiona su política corporativa y la baja rentabilidad de la acción
La petrolera mexicana lanza duras críticas a las dirección de Repsol para explicar la desinversión del 7,8% del capital en la petrolera española. Sostiene que la rentabilidad de la acción es menor que la de otras petroleras, al tiempo que discrepa de su política corporativa. Enfatiza que la decisión no afectará a sus otras inversiones en España.
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La petrolera mexicana Pemex ha roto este miércoles su silencio para explicar los motivos de su salida del capital de Repsol tras haber culminado la colocación del 7,86% del capital. "La decisión -asegura en una nota de prensa- obedece a la baja rentabilidad de la acción obtenida por la actual administración frente a otras petroleras".
En este sentido considera que tras la reforma del sector energético aprobada en México, la desinversión de Repsol -con unos ingresos de 2.000 millones de euros y unas plusvalías que evalúa en 900 millones de dólares- le permitirá invertir en proyectos "con mejores expectativas de rentabilidad y de generación de valor económico para México.
Alude también el comunicado a sus diferencias con las prácticas de gobierno corporativo en la petrolera española, y que no se han alcanzado "los beneficios mutuos que Pemex esperaba de la alianza industrial firmada hace más de dos años". En el comunicado se acusa también a Repsol de no estar interesada en los objetivos de esa alianza, por el hecho de que el plan de negocios presentado en el último consejo de administración, la semana pasada, no contempla ninguna iniciativa relacionada con México o la propia Pemex.
No afecta a la relación México-España
El comunicado concluye con una referencia que puede contribuir a dar tranquilidad al sector naval español, y en concreto el gallego, ya que enfatiza que su salida de Repsol no afecta a la relación bilateral México-España. Esa relación "es profunda y amplia", asegura, y pone como ejemplo sus recientes inversiones aquí, en referencia a la compra del 51% del astillero Barreras y el encargo de dos buques que construirán el propio astillero vigués y el ferrolano de Navantia.