David acaba de cumplir su sueño: abrir una autoescuela en un pueblo de Valencia
''Ya no miro para atrás, solo miro al frente y voy a luchar todo lo que pueda'', explica este chico turolense que dirige su propio negocio desde este mes de junio
David Gracia tiene 35 años, una vitalidad envidiable y muchas ganas de luchar. El pasado 6 de junio comenzó a dirigir su propia autoescuela en la localidad valenciana de Paiporta, y desde entonces se dedica en cuerpo y alma a su negocio que, felizmente, es también su sueño. "Cuando estaba dando clases prácticas de camión o de coche en otras empresas me decía: "Un día tendré yo mi autoescuela", explica David a CadenaSER.com.
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"Me había dedicado a esto toda la vida y coincidió con que mi pareja empezaba a trabajar en Valencia. Un exalumno me llamó y me comentó que una autoescuela se traspasaba", así comienza la aventura empresarial de David Gracia que, desde este mes, dirige una autoescuela en Paiporta, localidad cercana a Valencia.
David no se lo pensó dos veces, cuando tuvo claro que la autoescuela que se traspasaba podía funcionar, pidió un crédito a sus familiares y se puso a trabajar. "Es muy difícil que una pequeña o mediana empresa funcione correctamente. En mi ámbito, la competencia es feroz", lamenta David porque en muchas ocasiones este tipo de negocios ofrecen prácticas por debajo de los costes reales para atraer a la clientela.
"Yo me quiero diferenciar por la calidad de mi servicio y estoy aquí para ayudarle. Si usted quiere que yo le ayude, vendrá aquí. Si solamente quiere intentar ahorrarse dinero, decida usted donde ir", puntualiza.
Hacía dos años que David no ejercía como profesor de autoescuela y lo echaba de menos. Durante todo este tiempo había barajado la posibilidad de abrir su propio negocio pero todavía no se había decidido. Desde su punto de vista, "ser emprendedor es muy difícil" en España. "No es normal que haya gente que tiene que estar desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche para sacar adelante un negocio".
Pero David siempre piensa en positivo. Su objetivo inmediato es dominar completamente la dirección de la autoescuela: "Una cosa es predicar y otra dar trigo", comenta. "Ahora paso mucho tiempo en la autoescuela para que la gente me conozca y para que confíen en mí". Aunque no es para nada ingenuo, sabe perfectamente que su empresa puede fracasar y perder el dinero invertido. "Voy a sacar esto adelante, por lo menos hasta que vea que estoy casi muerto". A este chico turolense afincado en Valencia le toca ahora vivir la parte más complicada de su sueño.