Para dormir, ¿juntos o separados?

Una de las cosas que primero realiza una pareja en su vida íntima es dormir juntos. Esta actividad, tan habitual como otras tantas, no es tan beneficiosa para la relación, según el psicoanalista Miguel Martínez. Él explica que cuando no se toleran bien los cuerpos, cuando hay alteraciones psicológicas o cuando no se funciona bien en la cama, es preferible dormir separados. Sin embargo, la psicóloga Ana Ruiz opina que dormir juntos supone algo más que compartir lecho, supone la creación de un "nosotros". Escucha el reportaje completo:

Sobre dormir juntos no hay nada escrito. Incluso los expertos consultados por la Cadena SER discrepan a la hora de explicar si esta acción cotidiana es buena para la relación. El psicoanalista Miguel Martínez explica que el origen de dormir juntos hay que buscarlo en nuestros antepasados, incluso en el cristianismo, que abogaba por la unión entre el hombre y la mujer en todos los aspectos. La psicóloga Ana Ruiz añade que dormir en pareja es bueno para la pareja, y no solo eso, sino también guardar los rituales como acostarse a la vez o levantarse a la vez.

Las parejas jóvenes, en palabras de Miguel Martínez, optan cada vez más por dormir separadas. Los motivos hay que encontrarlos en las rutinas que sigue cada persona, como por ejemplo tener un diferente horario de acostarse o de levantarse. El sexo también es importante. Este psicoanalista considera que unas malas relaciones sexuales hacen que dormir juntos sea peor porque lo que alienta es a hacer algo que no se quiere. Las parejas que duermen separadas, añade, se llevan mejor y se entienden mejor.

Esta opinión contrasta radicalmente con la de la psicóloga Ana Ruiz. Ella considera que dormir juntos beneficia a la pareja porque pasamos de la construcción de un yo individual a un "nosotros". Sin embargo, cuando llega una crisis a la relación, una de las primeras cosas que se suele dejar de hacer es dormir juntos. Miguel Martínez vuelve a insistir en el tema sexual. La cama se asocia al sexo, con lo cual si estamos enfrentados, dormir juntos puede incitar a realizar algo que no queremos. Por contra, Ana Ruiz opina que no necesariamente una pareja en crisis tiene que dejar de compartir cama. Pero si esto se ha dejado de hacer, se convierte en algo esporádico. Además, en palabras de esta experta, no compartir lecho es una agresión al otro. Pero, añade, las crisis no tienen por que ser obligatoriamente algo malo sino que todas las crisis acaban muchas veces reforzando la pareja. Ya se dijo al principio, que sobre dormir juntos no hay nada escrito.