Separados por el muro del ébola

Residentes en España de los países más afectados por el virus del ébola se organizan para ayudar en sus países de origen. La Cadena SER recoge el testimonio de quienes han perdido familiares y amigos en la distancia y piden ayuda ante la falta de información y recursos en sus países de origen donde continúan viviendo sus familias.

Ciudadanos de Sierra Leona, Guiena Conakri y Liberia residentes España se movilizan para ayudar a sus compatriotas. Han perdido a hermanos y amigos. Sus familiares les llaman a diario, muchos viven bajo niveles de pobreza extrema y sin recursos para evitar el contagio. Nanah Kamala, en Madrid desde hace cuatro años, es trabajadora del hogar y ha tenido que dejar a sus tres hijas con su madre en la ciudad sierraleonesa de Freetown.

Se comunican todos los días por teléfono, anoche mismo hablaron de madrugada. "Me llamaron llorando, dicen que la situación está fuera de control, anunciaron en la radio nacional que tenían que levantarse y ducharse con agua caliente y sal. No se fueron a dormir hasta las cinco de la mañana". Nanah planea viajar a Sierra Leona con el cónsul español, Alejandro de la Capilla, en las próximas semanas.

La primera muerte oficial confirmada en Sierra Leona por el virus del ébola fue en mayo, en la zona de Koindu, en la frontera sur de Guinea. A pocos kilómetros también de Liberia. Era la hermana de Princess Kumba, residente en San Sebastián desde hace casi 20 años. "El virus empezó en mi pueblo, la primera víctima oficialmente reconocida fue mi hermana, tenía 35 años y dos hijos. Murió ella, la chica que estaba a su lado, la madre de esta chica y la enfermera que la cuidaba. Y antes -aunque no se reconoció oficialmente- había muerto una familia entera, señala.

En Koindu, una de las zonas más afectadas por el ébola, han muerto ya 80 personas, entre ellos, amigos de su infancia.

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Princess Kumba, descendiente de una poderosa familia de Koindu de la que heredó su título, se instaló en la localidad de Trintxerpe en los noventa. Desde entonces, a pesar de la distancia, ha trabajado por reconstruir su pueblo a través de la ONG Kibec España. "Estoy preocupada, falta comida, aunque mandemos dinero, ¿qué van a comprar? Queremos recoger alimentos tipo macarrones, tomate, arroz... El Gobierno ha cerrado la frontera, ahora nadie puede entrar ni salir. Me cuentan por teléfono que la preocupación no es sólo el virus. Se están quedando sin alimentos para los niños". Desde la ONG que preside en Guipúzcoa, Princess Kuma pide ayuda ante la "parálisis" del Gobierno español.

La guineana Halima Tou vive en Baleares desde hace una década y aconseja a sus familiares en la distancia. "La lejía no puede curar el ébola", asegura.

Desde el pasado mes de marzo, cuando se confirmó el primer caso de ébola en Guinea Conakri, los residentes de Sierra Leona en España se han organizado para mandar recursos e informar a sus compatriotas. En el balance de las cifras oficiales, han sobrevivido 172 pacientes, 226 han muerto y hay 633 casos confirmados, además de los 61 casos actualmente bajo observación. El cónsul de Sierra Leona, Alejandro de la Capilla, habla de "calma tensa a pie de calle".

Con las fronteras cerradas, los más de 2.000 residentes africanos en España de los países más golpeados por el ébola ven casi imposible la reagrupación familiar.