¿Qué se puede esperar del encuentro entre Rajoy y Merkel?

En un año, 2014, en el que no se celebra una cumbre bilateral entre España y Alemania, la canciller germana viaja a Santiago de Compostela para abordar con el presidente español en una reunión de carácter informal las principales crisis globales y asuntos de relevancia europea. Merkel y Rajoy hablarán de crecimiento, competitividad y empleo, según ha confirmado el portavoz del ejecutivo alemán, seguramente también lo hagan del reparto de altos cargos de la Unión Europea.

El encuentro, celebrado en el mes de agosto y en un ambiente informal, no promete ser muy trascendente para ninguno de los dos países, más allá del rédito que se le pueda sacar a la foto. Rajoy presumirá de haber traído a su tierra a la dirigente de la primera economía europea y no sería extraño que su gabinete vendiese la visita como un gesto de reconocimiento a un gobierno que ha conseguido situar el país en la senda de la recuperación en un momento en el que la economía europea se estanca e incluso la locomotora alemana pierde fuelle.

Desde Berlín, sin embargo, la reunión se percibirá como un gesto de cordialidad y cortesía hacia un socio europeo que, si bien es cierto que ha hecho muchas reformas, continúa teniendo un nivel de desempleo que se antoja insostenible.

La entrevista entre los dos mandatarios se celebra justo cinco días antes del Consejo Europeo de Bruselas en el que podrían designarse los altos cargos de la UE, entre ellos, el alto representante y presidente del Consejo Europeo. El presidente Rajoy podría aprovechar la oportunidad para sondear a Merkel y comprobar si, igual que su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, piensa que Luis de Guindos es un buen candidato para presidir el Eurogrupo. También podría intentar cerras filas en torno a Miguel Arias Cañete, para quien el Partido Popular ansía el puesto de comisario.

Con la vista puesta en la cumbre europea y una actualidad internacional cargada de tensiones, es previsible que otros temas que marcan el día a día informativo de la sociedad española como el paro juvenil, el referendum de Cataluña o la valla de Melilla no encuentren acomodo en la reunión bilateral. Una situación, que, a priori, no incomodará a Mariano Rajoy.

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Para saberlo habrá que esperar al lunes, a la comparecencia que los mandatarios ofrecerán en el Hostal de los Reyes Católicos antes de que la canciller visite la catedral compostelana. Si el formato elegido para la ocasión es una rueda de prensa (con preguntas) y Rajoy contesta, la visita de Merkel habrá merecido la pena, y mucho.