La crisis de Ucrania obliga a modificar la agenda de la cumbre europea
La UE busca fórmulas "imaginativas" para castigar a Putin e invita a Poroshenko a la cumbre
Los 28 estudian retirarle la invitación para la ASEM, el Foro Interregional que cada 2 años reúne a los jefes de gobierno de Asia y de Europa y cuestionan su presencia en el G-20.
Estas son algunas propuestas que están analizando los jefes de gobierno para complementar un posible incremento de las sanciones, dando por hecho que el proceso para aumentarlas puede ser largo y que en el camino es necesario visualizar un claro alejamiento del presidente ruso.
A Italia, como presidencia de turno de la Unión Europea, le corresponde este próximo octubre organizar la ASEM mientras Australia, que ejerce este año la presidencia del G-20, prepara su cumbre para el 15 y 16 de noviembre.
Más información
- El embajador de Ucrania confirma una "invasión directa" de tropas regulares rusas
- La ONU documenta 2.593 muertes desde que empezó el conflicto en Ucrania
- Rusia niega la presencia de sus unidades militares en Ucrania
- La OTAN exige a Rusia el cese inmediato de sus acciones militares en Ucrania
- EEUU profundiza sus sanciones económicas contra Rusia
- Barroso alerta sobre un "punto de no retorno" en Ucrania
- Las represalias rusas no paralizan el apoyo de los socios atlánticos a Ucrania
Fuentes diplomáticas han confirmado a la Cadena SER que estas y otras opciones forman parte del listado de posibilidades que empieza a bajarse conscientes de que es difícil encontrar un consenso rápido para aumentar sanciones especialmente si estas han de afectar a la industria militar, a la del automóvil o a la financiera. Temas que inicialmente no están sobre la mesa aunque los jefes de gobierno esperan que Bruselas les presente lo antes posible un listado de opciones.
Este sábado, la UE analizará el problema de Ucrania con el presidente Poroshenko, al que finalmente han invitado a la cumbre forzados por el aumento de la tensión en la zona y por la contundencia de las denuncias de la OTAN. Un gesto más de advertencia hacia Putin porque la crisis reabre las reivindicaciones Ucranianas para ser miembro de la OTAN y de la UE.