España vuelve al Consejo de Seguridad de la ONU
Consigue 132 votos y se impone a Turquía en la tercera ronda de las votaciones
España se sentará en el Consejo de Seguridad en bienio 2015-2016. Nuestro país ha conseguido un puesto como miembro no permanente del órgano más poderoso de las Naciones Unidas, en la votación celebrada este miércoles en la sede de Nueva York.
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España consiguió los votos necesarios en la tercera ronda. Con Nueva Zelanda y Turquía como rivales para las dos plazas reservadas al grupo de Europa Occidental y otros países, se necesitaba una mayoría de dos tercios de los 193 países miembros, 129 votos, para lograr el asiento. En la primera ronda, Nueva Zelanda salió elegida con 145 votos. España tuvo 121 y Turquía 109, por lo que pasaron a una segunda ronda. Entonces España mantuvo sus apoyos (120 votos) y Turquía se desplomó (73). Aún así, hizo falta una tercera votación, en la que España superó los votos necesarios (132).
Junto a España y Nueva Zelanda, la Asamblea General eligió a Angola, Malasia, Venezuela, que no contaban con rivales en sus respectivos grupos. Estos países se suman a los otros cinco miembros no permanentes del Consejo que continuarán su mandato en 2015: Chad, Chile, Jordania, Lituania y Nigeria.
El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, comparecía al poco de terminar la votación en la sede de la Misión Española ante la ONU. "Esta carrera al Consejo de Seguridad espero que sirva para fortalecer nuestra confianza. España es un gran país en el concierto internacional. Confiemos más en nosotros, vale la pena", decía el ministro.
Margallo, que se confesaba emocionado y ha preferido leer su declaración, agradeció el esfuerzo realizado por la delegación española en una batalla "difícil", así como el apoyo de los reyes, el presidente del Gobierno, las fuerzas de la oposición. El ministro habló con el rey Don Felipe hasta en cinco ocasiones durante la votación en la Asamblea y llamó al presidente Rajoy nada más conocerse el resultado.
El Consejo de Seguridad cuenta con cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia) y diez no permanentes, que son elegidos por periodos de dos años y que tienen voto pero no capacidad de veto como las cinco potencias.
España ya ocupó un asiento no permanente del máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas en cuatro ocasiones (1969-1970, 1981-1982, 1993-1994 y 2003-2004), y había convertido su vuelta al Consejo en una de las grandes prioridades de su política exterior este año.
"Batalla difícil"
El ministro de Exteriores decía al valorar la votación que sabían que el camino hacia el consejo de Seguridad sería "difícil", pero aún así no evitaron "librar esa batalla".
Fuentes diplomáticas reconocen que esperaban que España entrara en la primera votación. El alto número de apoyos que ha conseguido Nueva Zelanda les ha sorprendido, aunque tenía una candidatura muy atractiva para el Consejo de Seguridad. Es un país sin enemistades importantes y activo en las misiones de Naciones Unidas.
Tras la primera votación, la delegación española se ha desplegado en la sala de la Asamblea General para recordar los compromisos adquiridos para las siguientes rondas.
La campaña para buscar votos duró hasta el último segundo. En las mesas en las que se sentaron los embajadores para votar, las delegaciones dejaron varios regalos. España obsequió una billetera de piel y almendras garrapiñadas. Turquía regaló chocolates. Nueva Zelanda ofreció bombones, caramelos y agua.
La campaña al Consejo de Seguridad la lanzó, en 2005, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la continuó el de Mariano Rajoy. Fuentes oficiales explican que España tenía 42 votos comprometidos, de los 129 que hacen falta, cuando el Partido Popular llegó al gobierno en 2011.
La crisis económica hizo que los recursos que se podían destinar a la campaña menguaran. Durante el último año, el Ministerio de Exteriores ha dedicado sólo un millón de euros. El ministro reconoció el trabajo hecho por los funcionarios de la misión española ante la ONU y el ministerio en Madrid. "Habéis hecho mucho más de lo que vuestra responsabilidad os exigía, hasta 100 bilaterales en la última semana", decía Margallo.
Turquía era un rival difícil, que contaba con más fondos para la campaña que España y con más presencia internacional por su papel en la guerra en Siria y la ofensiva contra el Estado Islámico. Los turcos hicieron una agresiva campaña en la que ofrecieron cuantiosas ayudas en materia de seguridad alimentaria y nuevas conexiones aéreas con Turkish Airlines. Pero fallaban en el importante factor de los plazos. El tiempo, no escrito, de rotación para ocupar un puesto en el Consejo de Seguridad es de 10 años y Turquía lo tuvo hace cuatro.
España jugó su papel de puente entre Europa, el Mediterráneo, África y América Latina. Además, la campaña resaltó las contribuciones en misiones internacionales de mantenimiento de la paz y humanitarias (130.000 militares desde 1989) y la ayuda en cooperación al desarrollo (30.000 millones de dólares en 14 años). Según fuentes oficiales, ha sido clave el apoyo de países del Caribe y el Pacífico, que hasta ahora España no había conseguido. Además, no fallaron los apoyos habituales: la UE (excepto Suecia), Latinoamérica (excepto Brasil).




