Dos trabajadores de Bankia piden investigar a un anciano preferentista

Dos trabajadores de Bankia, una imputada por vender preferentes a un anciano en la época de Caja Madrid, han pedido a la Fiscalía que investigue y denuncie a este mismo anciano por denuncia falsa, falsedad documental y delitos contra el honor. Entienden que el octogenario incurrió en estos delitos actuando de "mala fe" denunciando que habían falsificado la firma de su esposa enferma de Alzheimer ya que un informe pericial concluye que fue el propio anciano quien estampó la firma. Desde Bankia aseguran a la Cadena SER que no van a proceder contra este preferentista.

Dos trabajadores de Bankia han pedido a la Fiscalía que investigue, por "calumniador", a un octogenario al que supuestamente estafaron vendiéndole participaciones preferentes de Caja Madrid. Los dos trabajadores, una de ellas imputada y a la que la Fiscalía ha pedido enjuiciar por presunta estafa en este proceso judicial, entienden que el octogenario ha actuado "de mala fe y con evidente desprecio a la verdad" al acusarles de falsificar la firma de su esposa enferma de Alzehimer en el contrato de preferentes, después de que un informe pericial caligráfico concluya que fue el propio octogenario quien estampó la firma de su mujer, y piden investigarle por supuestos delitos de denuncia falsa, falsedad documental y contra el honor. La defensa del anciano alega que este hecho no elimina la existencia de una estafa tanto a la hora de venderle las preferentes como a la de convencerle, supuestamente, de firmar el contrato por su mujer, por aquel entonces gravemente enferma de Alzehimer y en la actualidad fallecida.

La representación legal de estos dos trabajadores de Bankia se apoya en este informe pericial para asegurar que su resultado "indica el grado de manipulación que se ha pretendido aún a riesgo de situar en la posición de imputado a quienes no hay realizado acción antijurídica alguna, aún a sabiendas de la falsedad en la acusación". Para la defensa, este hecho "deja en evidencia la mala fe y el grave desprecio a la verdad con que el propio querellante ha actuado a lo largo de toda la instrucción".

Se trata de un procedimiento penal en el que hay imputadas tres personas por la venta de preferentes de Caja Madrid a este octogenario y su mujer, en la actualidad fallecida: el entonces director de la sucursal y una trabajadora de la misma, como también el actual director de la sucursal, cuya llegada fue posterior a los hechos denunciados. La Fiscalía ha pedido encausar a los dos primeros por estafa, mientras que ha solicitado no proceder contra el actual director de la sucursal. Ha sido precisamente el actual director de la sucursal y esta trabajadora los que han acusado al anciano de mentir.

En su escrito de alegaciones, al que ha tenido acceso la SER, señalan que tras el análisis pericial realizado por la Unidad Central de Criminalística "ha quedado sobradamente acreditada la conclusión a la que llega el Inspector Jefe": que fue el octogenario quien estampó la firma de su esposa, por aquel entonces gravemente enferma de Alzheimer y en la actualidad ya fallecida. Un informe que después de analizar la letra del anciano y la firma estampada en nombre de su mujer llegaba a la conclusión de que existe una "absoluta correspondencia". Un informe de parte también señaló que las firmas de la mujer habían sido realizadas por su marido.

Pide sobreseimiento para Bankia

En su escrito remitido al juzgado de instrucción a finales del pasado mes de septiembre, los dos trabajadores piden a través de su abogado, en la actualidad del equipo de letrados de Bankia, que dicte auto de sobreseimiento para la entidad y los dos imputados "en base a que ha quedado sobradamente acreditado que ninguno ha cometido acto ilícito alguno" añadiendo que hace especial reserva "en el derecho a mis representados y a Bankia (responsable civil subsidiaria en este momento del proceso) para perseguir al querellante como calumniador". Para la defensa de los dos imputados, el informe "desmonta por completo todas y cada una de las afirmaciones hechas por el actor tanto en la querella como a lo largo de la instrucción, a pesar de carecer de cualquier medio de prueba a su disposición que soporte tal calumnia".

Un argumento que contradice el abogado defensor del anciano, el letrado Álvaro Sorli, que en declaraciones a la SER asegura que aunque la firma de la mujer fuera estampada por el marido y no por un trabajador, la estafa en la venta de preferentes y el engaño siguen existiendo: "Que la firma de ella estuviera plasmada en un documento sólo beneficia a la entidad, lógicamente. Sigue existiendo la estafa y yo considero que existe falsificación en documento mercantil en el inductor a que la persona lo cometiera".