La mayoría de los consumidores no sabe qué significa el etiquetado de los huevos
La mayoría de los consumidores no sabe qué significa. Tan solo una mínima parte sabe qué reflejan los números y letras que llevan impresos los huevas en su cáscara
¡Sólo el 2% de los consumidores lo conoce! La mayoría cree erróneamente que los números y letras son la fecha de consumo preferente / JESUS SORIA
SER CONSUMIDOR
Un estudio reciente ( "huevómetro") de INPROVO (Organización Interprofesional del Huevo y sus productos) refleja, tras una encuesta a 2.000 consumidores, que la mayoría relaciona el etiquetado que llevan impresos los huevos "con la fecha de consumo preferente" y que ¡tan sólo un 2%! la identifica "correctamente con el sistema de producción y la granja de la que procede el huevo". Además, siete de cada diez españoles desconoce la existencia de normas que garantizan la sostenibilidad en la producción de huevos de gallina.
Un 70% de los consumidores dicen que les gustaría recibir más datos sobre la sanidad de las gallinas, un 60% sobre la manipulación en el proceso de comercialización y más del 50% desearían recibir información sobre el bienestar animal, la alimentación y la trazabilidad y los controles. Siete de cada diez españoles dice desconocer "si existen normas que garanticen una producción de huevos sostenible".
Más información
De los consumidores que consultan el etiquetado del huevo, se fijan principalmente en fecha de consumo preferente y en el tamaño. Por el contrario, la producción es el dato al que menos atención prestan.
Así es el etiquetado:
La primera cifra refleja la forma de cría:
0 Ecológico
1 Campera
2 Suelo
3 Jaulas
Las letras siguientes son el país de procedencia: ES, España.
Las dos siguientes cifras son el código de la provincia donde se ha producido, las tres siguientes el código del municipio y las restantes la granja de producción.
Este control permite una perfecta trazabilidad: en caso de problema alimentario, rápidamente se sabría de dónde han salido esos huevos.
Además, conviene saber que un huevo fresco debe venderse al consumidor en los 21 días posteriores a la fecha de puesta, aunque se puede consumir hasta la fecha de consumo preferente que va en el estuche: es decir, 28 días desde el día de la puesta.
También es importante conocer los tamaños:
o Supergrandes, o XL: de 73 g o más.
o Grandes, o L: entre 63 y 73 g
o Medianos, o M: entre 53 y 63 g
o Pequeños, o S: menos de 53 g