El día que la radio sembró el miedo

Madrid

Hace justo 76 años, una gran histeria colectiva se generó entre la sociedad estadounidense a causa de un ‘peculiar’ programa de radio. Ocurrió el 30 de octubre de 1938, cuando el actor Orson Welles y el Teatro Mercury decidieron adaptar la novela ficticia La Guerra de los mundos de H.G. Wells, a un guion radiofónico. Se trataba de un programa que en forma de noticiario relataba la caída de meteoritos sobre la tierra. Éstos eran supuestamente vertidos por naves marcianas que derrotarían a las fuerzas norteamericanas usando una serie de rayos y gases venenosos. Así, se narró lo que sería una invasión extraterrestre al planeta Tierra.

Orson Welles había logrado cierto prestigio dramatizando algunas obras como Los Miserables en programas de radio, por lo que en julio de 1938 el ‘Columbia Broadcasting System’ (CBS) le dio la posibilidad de realizar un programa semanal en la cadena dramatizando diversas obras.

En un contexto marcado por la Gran Depresión, el actor y locutor norteamericano pensó que tal adaptación contada a modo de informativo de última hora calaría hondo en la audiencia.

Welles entró en directo desde el Estudio Uno de la CBS y advirtió al inicio de la escasa veracidad de la historia, pues únicamente recogía las palabras escritas por H.G. Wells en su novela. Posteriormente, cerca del minuto 40:30 aparecía un segundo mensaje aclaratorio que al parecer, ya de poco sirvió.

El país entró en una alarma social generalizada, al creer que realmente estaba siendo invadido. Los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción pensaron que se trataba de una emisión real de noticias.

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"Un total de tres explosiones del planeta Marte se dirigen hacia la Tierra con rapidez"

El guion comenzaba diciendo: "Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de baile para comunicarles una noticia de último minuto, el profesor Morse de la Universidad de McGill informa que ha observado entre las 7:45 y las 9:20 horasun total de tres explosiones del planeta Marte que se dirigen hacia la Tierra con rapidez…". Continuaba con una banda de música y seguía después, con la narración de la supuesta invasión, que se alargaría hasta los 59 minutos de programa. Los primeros cuarenta correspondieron al ficticio noticiario, que terminaba con el locutor en la azotea de la CBS falleciendo a causa de los gases extraterrestres.

El caos social

Ante la amenaza, el caos se hizo notar especialmente en las calles de Nueva York y Nueva Jersey, donde se supone que se habían originado los informes de los primeros ataques. Tanto las comisarías de policía como las redacciones de noticias, se vieron desbordadas por las llamadas de oyentes aterrorizados que intentaban protegerse de los falsos ataques.

Unos 12 millones de personas escucharon aquella emisión según estimaron los datos de audiencia, muchas de las cuales huyeron de sus casas y colapsaron carreteras y estaciones presas del pánico.

Al día siguiente, las protestas de la población exigían responsabilidades a Orson Welles y pedían explicaciones por el engaño al que consideraban que habían sido sometidos. El propio Welles se vio obligado a pedir disculpas por la broma, coincidente además con la víspera de 'Halloween', y que fue vista por los oyentes como una auténtica burla.

El poder de los medios de comunicación

El caos colectivo dejó ver el enorme poder que los medios de comunicación tenían sobre las masas. Miedo, amenaza, caos, pánico, terror y todo ello por un simple programa de radio.

La visible capacidad de persuasión del medio radiofónico sobre el conjunto de la opinión pública quedó reflejada en un acontecimiento que siete décadas después, sigue y seguirá siendo recordado como "el día que la radio sembró el miedo".