Carlos Muñoz: "No he cometido ninguna ilegalidad. Me voy con la cabeza bien alta"

Teruel

Carlos Muñoz ha atendido a los medios en el portal de su casa de la capital turolense, donde ha dicho que se va "con la cabeza bien alta", no por las presiones de la dirección del partido, que ha negado categóricamente, sino por que dice haberse convertido en la diana de críticas infundadas. Muñoz ha justificado sus viajes a Canarias porque "era la casa de mi pareja entonces", haciendo referencia a la mujer que visitaba, y que es la misma por la que se desplazaba el presidente extremeño. Tampoco admite que se le acuse de hacer mal uso de las tarjetas que disponen los diputados y senadores españoles para realizar viajes, puesto que "la normativa nos permite hacer cualquier desplazamiento por el territorio nacional sin necesidad de justificar motivo alguno". Y ha añadido que en ningún momento ha intentado ocultar algo que es "completamente normal" en el funcionamiento del Congreso, como es regresar a un domicilio "con tu pareja cuando acaban las sesiones".

Decisión Personal

El parlamentario popular dimite "voluntariamente" de su cargo en la Cámara Baja, pero lo hace también dándose de baja como militante del Partido Popular. "Quiero dejar la política totalmente" ha declado Muñoz, quien ha adelantado que seguirá dedicándose a su oficio como abogado.

El diputado popular se ha visto empujado a dejar la escena pública después de que sus hijos, decía, le preguntaran anoche "papá, ¿qué has hecho?", tras ver su nombre en los titulares de la prensa.

Durante todo el día, Carlos Muñoz ha recibido numerosas llamadas de compañeros, amigos y familiares "para mostrar apoyo en estos momentos difíciles".

El político, que ya no mantiene la relación sentimental con la empresaria canaria con la que ha convivido durante tres años, ha lamentado tener que dar explicaciones de su vida personal, y ha criticado las manifestaciones de mal gusto que ha tenido que leer, sobre todo en las redes sociales, donde se ha visto obligado a cancelar sus cuentas ante la avalancha creciente de insultos y descalificaciones.