James Franco y Stallone afectados por el ataque a Sony Pictures

James Franco cobró 6,5 millones de dólares por hacer la película 'The Interview' que se estrenará el 25 de diciembre en EEUU. Uno de sus directores, Seth Rogen, 8,4. Estos datos privados ahora son de dominio público, como también lo es la identificación fiscal de casi 4.000 y ex empleados de Sony Pictures Entertainment; entre ellos Sylvester Stallone. Entre el material robado también se encuentran copias digitalizadas de los pasaportes de Angelina Jolie o Cameron Díaz, o se puede extraer el detalle de que un ejecutivo del estudio gana casi un millón de dólares más al año que una ejecutiva del mismo rango.

No era muy complicado. En muchos casos los archivos eran un simple Excel sin codificar. Es más, al parecer Sony guardaba todas sus contraseña en un documento llamado 'contraseñas', lo que ha facilitado mucho la tarea de los hackers.

El ataque ocurrió el pasado 24 de noviembre y desde entonces Sony ha intentado por todos los medios evitar que los datos se publicaran. Incluso, y como medida de precaución, el estudio de Hollywood dejó de usar sus sistemas informáticos durante una semana. Además de todos estos datos, accesibles a través de páginas de descarga de archivos, se ha han filtrado al menos cinco películas sin estrenar en España, algunas ni siquiera en EEUU. Se trata de 'Fury' protagonizada por Brat Pitt, el remake del musical 'Annie', 'Still Alice' con Julianne Moore, 'Mr Turner' y 'To Write Love On Her Arms'.

El FBI se ha hecho cargo de la investigación, y aunque no hay confirmación oficial, se apunta a un grupo que se hace llamar Guardianes de la paz, '#GOP', y que se ubica en Corea del Norte como responsable del ataque. El régimen de Kim Jong Un considera la última película de James Franco, 'The Interview', un acto de guerra y amenazó con "severos castigos" si no se paralizaba su estreno. Además, tampoco ha desmentido el ataque despachándolo con un simple "Solo esperen y vean" pronunciado por uno de sus portavoces. En 'The Interview' dos estrellas de la televisión pretenden asesinar al líder de Corea del Norte aprovechando una entrevista por indicación de la CIA.

Además, el ataque parece guardar similitudes con otro sufrido en 2013 por los bancos y cadenas de televisión de Corea del Sur.