De ruta por los mercadillos navideños de Chequia

La Navidad es uno de los grandes momentos para visitar Chequia. Pese al frío y la nieve, sus ciudades lucen tremendamente cálidas porque en estas latitudes decir navidades es decir gran fiesta. Plazas y calles se engalanan con luces, guirnaldas y árboles para festejar la semana de Adviento. Hoy nos vamos de ruta por Bohemia, una de las regiones carismáticas de Chequia. Y lo hacemos con un objetivo muy especial: visitar los mercadillos navideños de sus principales ciudades.

En un mercadillo navideño checo se pueden encontrar desde calcetines de lana a chocolates surtidos pasando por figuritas de cristal de Bohemia, pero lo que seguro que nunca faltará será sva?ené víno, o lo que es lo mismo vino caliente con azúcar, limón y especias, la bebida nacional de tiempos de invierno. No hay nada más checo que quedar con los amigos en el mercadillo navideño y calentarse las manos sosteniendo un buen vaso de sva?ené  hecho con vino de Moravia. Otro producto inequívocamente navideño son las galletas de jengibre, que se cocinan con forma de muñeco para colgar en el árbol de Navidad y al final, se comen.

Otro clásico de los mercadillos: el trdelník, masa pastelera que se enrolla en un cilindro y se calienta dándole vueltas sobre las brasas; luego se reboza en azúcar y canela y se unta por dentro de Nutella. ¡Para chuparse los dedos! También encontraréis en todos los mercadillos navideños checos licor de miel, un brebaje dulzón con 20 grados de alcohol que se toma igualmente caliente. Y para comer: carpas asadas con ensalada de patatas, el plato nacional para Nochebuena.

La mayor ciudad de Bohemia del Sur tiene también el mercadillo más extenso, porque ocupa casi toda la plaza Premysl Otakar II, una de más grande del país (133 metros de lado). Este gran espacio escenográfico, flanqueado por edificios de varias épocas pero de una gran unicidad arquitectónica en cada uno de sus cuatro costados, está presidido por una gran fuente dedicada a Sansón y por la torre Negra, el campanario civil que soporta el reloj de la ciudad. ?eské Bud?jovice es famosa por la cerveza local, la Budvar, más conocida fuera de las fronteras nacionales por la versión alemana del nombre: Budweiser.

La Navidad empieza aquí con todos los niños del pueblo dándoles de comer a los osos del foso del castillo y termina con un belén viviente. Su mercadillo navideño es reducido, lo que cabe en la pequeña Námestí Svornosti, la plaza principal del casco medieval, pero Krumlov es una parada obligada en esta ruta porque es el pueblo más bonito de Bohemia, o casi de toda Chequia. Y en Navidad se pone más radiante aún. ?eský Krumlov se levanta sobre un curioso meandro del río Moldava, tan pronunciando que el río casi regresa por donde ha venido. Sobre ese promontorio se eleva un pueblo de cuento de hadas con todas sus casas de arquitectura tradicional, tejados rojos y fachadas esgrafiadas. Por encima de todo el conjunto despunta el imponente castillo de Krumlov, el segundo más grande tras el de Praga. Los quioscos del mercadillo sirven vino caliente, carpas asadas y licor de miel para degustarlo en uno de los escenarios más bellos de Chequia.

Esta ciudad del oeste de Bohemia, famosa mundialmente por ser el lugar de nacimiento de la cerveza Pilsner Urquell, madre de las cervezas tipo pilsen, celebra un concurrido mercadillo navideño en la Námestí Republiky, la plaza de la República. Plzen fue siempre una ciudad con mayoría de habitantes de origen alemán, por eso su mercadillo y fiestas navideñas están muy marcadas por la influencia germana y son apreciados en todo el país.

Toda ruta por los mercadillos navideños checos tiene que acabar necesariamente en Praga, donde se celebra el más grande y multitudinario. Y también el de mejor emplazamiento, pues si casi todas las plazas mayores checas son atractivas, ninguna puede rivalizar en grandiosidad y magnificencia con la plaza de Stare Mesto, la ciudad vieja praguense. Casetas de madera que vende adornos navideños, salchichas, trdelník, figuritas de cristal de Bohemia, ropa invernal, vino caliente o licor de miel se alternan en este bullicioso mercadillo, que no es el único de la ciudad. Se instala otro casi igual de grande en la plaza de Wenceslao y otros dos más pequeños en Havel y el plaza de la República. El de la plaza de Stare Mesto lo preside un gigantesco árbol de navidad, recortado sobre la soberbia fachada de la iglesia de Tyn.

Un momento perfecto para recorrer Chequia… que como veis es mucho más que Praga.

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La empresa de autobuses Student Agency une a diario Praga con las ciudades de Bohemia. A Cesky Krumlov tarda 2 horas y 50 minutos.