El Gobierno ve a Blesa en la cárcel pero no a Rato

Madrid

Dentro del Gobierno están convencidos de que Miguel Blesa terminará ingresando en prisión por todos los escándalos que le salpican y aseguran que “nadie”, ni su gran amigo José María Aznar, podrá hacer nada por él. Lo ven imposible teniendo en cuenta que el expresidente de Caja Madrid está acusado de varios delitos.

Lo que no tienen tan claro es que su sucesor en el cargo, Rodrigo Rato, siga su camino. Dan por hecho que sentará en el banquillo y que probablemente le acabarán condenando, pero no le ven durmiendo entre rejas. Recuerdan que devolvió el dinero de las tarjetas black y consideran que el tema de Lazard es “feo” pero no llegará la sangre al río.

Los que rodean a Rajoy están más pendientes de ver cómo se resuelve lo de la salida a bolsa de Bankia porque si hubo fraude, habría que devolver 3.000 millones de euros a los accionistas. Y aunque ya se ha dicho que no se volvería a poner más dinero público, sería delicado porque el Ejecutivo tendría que asumirlo a través del FROB.

Desde la Audiencia Nacional se apunta hacia Blesa y Rato como los principales responsables de la emisión y entrega de las tarjetas con las que los directivos derrocharon 15,2 millones de euros en gastos personales entre 1999 y 2012. De hecho al responsable del “milagro económico español”, el juez Andreu le llega a señalar como el que “consintió, aceptó y propició su uso”.

Pero también, desde el Ejecutivo, apuntan que Rato y Blesa, dos personas tan vinculadas al PP, no son los únicos “objetivos”. En la diana de los conservadores está Miguel Ángel Fernández Ordoñez, Mafo, el exgobernador del Banco de España. Hay quien considera que él también debería ser “imputado”, porque a él le correspondía “controlar” la gestión.

En el PP también hablan de este asunto. Tras el último movimiento del juez Andreu, temen la imagen de los políticos que va calando en la sociedad. Sobre todo, en un año electoral. Piensan que cuanta más corrupción, más crecerá Podemos.

Algunos cargos recuerdan que afecta a todas las formaciones políticas y expresan su “gran decepción” por lo que han hecho sus excompañeros. Mientras, desde la dirección nacional del PP se desentienden, destacan que ya ninguno forma parte de sus siglas y lo dejan todo en manos de la justicia