Federico Luppi: "El que ama la lucha ama la vida"

Madrid

En la Argentina de finales de 1980 solo las Madres de la Plaza de mayo desafiaban a la dictadura. Pero el 28 de julio de 1981 nació un proyecto que se iba a convertir en el primer movimiento cultural de resistencia contra la represión, apoyado por la ciudadanía. Se llamó Teatro Abierto y subió el telón en el Teatro Picadero de Buenos Aires. “Era Un pequeño teatro independiente”, recuerda Hugo Urquijo, que participó en el nacimiento del proyecto: Veintiuna obras teatrales de un acto, no estrenadas, se representarían tres cada día, los siete días de la semana, con veintiún autores, veintiún directores y actores, escenógrafos, figurinistas, músicos, “pero al cabo de la primera semana, el teatro ardió”.

Fue, recuerda Urquijo, “una operación quirúrgica”, un incendio de madrugada en el que no murió nadie, en el que se quemaron las escenografías de todas las obras pero se salvó el vestuario. La dictadura se encargó de incendiar el teatro, pero el proyecto siguió adelante en otra sala, la Tabarís, durante años y arropado por la solidaridad de los argentinos.

'El Reportaje', un texto de Santiago Varela dirigido por Hugo Urquijo, nos coloca frente a un personaje de ficción, un militar argentino, en la cárcel, que concede una entrevista a una televisión en la que habla de su implicación en la quema de ese teatro. Pero nos coloca también en otro lugar: “En el interior”, explica Hugo Urquijo, “de la cabeza de un genocida, o de un autoritario o de un militar que sigue pensando que la democracia es una mierda”.

Federico Luppi es ese militar, ese genocida ahora en prisión: “Esta obra habla de cómo las contradicciones se comen al personaje y habla de cómo tener un uniforme, cuando se tiene miedo, no significa nada”. En la Argentina de hoy, añade el actor, “los militares con uniforme, con armas y sin intelecto siempre fueron unos cagones”.

Luppi recuerda que “tenía 13 años durante el primer golpe de Estado de la dictadura argentina” y dar vida a este personaje ha supuesto para él encontrarse "con todos los elementos" que marcaron su adolescencia y juventud.

El general de esta obra no asesina ni tortura, pero ordena la quema de un teatro, ordena quemar la cultura. Para Susana Hornos, actriz que interpreta a la periodista española que entrevista al general encarcelado, vivir en Argentina le ha enseñado a "no tener miedo a la memoria y a la militancia del teatro". Dice Susana que ahora “no es necesario que quememos teatros, también los cerramos, ponemos IVA culturales que nos ahogan a todos, ponemos mordazas para que la gente no pueda pensar. Los librepensadores no tienen que estar sólo en los teatros, tienen que estar en las calles”.

En 'El reportaje' asistimos a algo que nos provoca horror, pero no deja de ser una llamada al espectador para que se mantenga alerta. Hay quien defiende el olvido y hay quien lucha por defender la memoria: “El que ama la lucha ama la vida, el que ama el teatro ama la vida” dice Federico Luppi. Amén.