El Bayer Leverkusen obliga al Atlético a darlo todo en la vuelta del Calderón

El Atlético fue ante el Bayer Leverkusen un equipo desdibujado, casi desconocido. No supo explotar sus virtudes y cayó en la ida de los octavos de final de la Champions. Porque los de Simeone no ataron al rival, no encontraron la oportunidad de armar contragolpes, sufrieron demasiadas ocasiones en su propia portería. No fue ese equipo competitivo hasta la extenuación de siempre.

De hecho, si algo se puede decir del resultado es que fue justo. Y lo mejor de todo es que deja una eliminatoria abierta que se resolverá en el Vicente Calderón. Eso es lo mejor para los rojiblancos. Por contra, no podrán contar para ese choque con dos hombres fundamentales en su dibujo: Godín, que vio una amarilla que implica sanción, y Tiago, expulsado a falta de un cuarto de hora para el final.

En la noche alemana, el balón fue casi siempre para el Bayer Leverkusen. Le faltó al Atlético capacidad de contención. Muy bien Çalhanoglu. También Bellarabi. Inculso Heung-Ming. Superaron al centro del campo rojiblanco y crearon mucho peligro en una defensa, la rojiblanca, que dejaba más espacios de lo habitual. Sobre todo por los costados. Y especialmente por el que defiende Siqueira, que se tuvo que retirar del campo, tocado, a la media hora del encuentro.

Hasta ese momento, el Atlético no había creado peligro. El equipo alemán, sin embargo, había lanzado un balón al larguero de la portería de Moyá. El encargado del disparo que hizo temblar a los colchoneros fue Papadopoulos. Porque eso es lo que le tocó este miércoles a los atléticos: sufrir y sacar muchos balones de su área. Vimos más despejes de Godín que remates de Arda Turan... y eso nunca es bueno para el Atlético.

Tuvo ocasión el conjunto rojiblanco de irse al descanso por delante, pero el disparo de tijera de Tiago lo desvió perfectamente el guardameta Leno con una mano excelente. Irse al descanso con el 0-1 habría sido un lujo que finalmente no pudo ser. Y más teniendo en cuenta que Simeone se había visto obligado a hacer dos cambios por problemas de Siqueira y Saúl.

Es más, no tardó demasiado el Bayer en subir al marcador su superioridad. Lo hizo con un auténtico golazo de Çalhanoglu. Marcó con un punterazo que se empotró en la red rojiblanca después de una dejada de Bellarabi pisando el balón con una calidad digna de los mejores. Así llegó el 1-0.

Al Atlético casi nunca le entran prisas. Y menos cuando quedan más de 120 minutos para -al menos- empatar la eliminatoria. Sin embargo, no salió de su tónica, con dificultades tanto para crear como para sujetar al rival. El segundo tanto de los alemanes sí que habría sido un problema para los rojiblancos. Tuvieron suerte de que no llegara.

Porque el Atlético solo se asomó un par de veces más. Primero con un disparo flojo de Torres, que le había ganado la espalda a la defensa de Leverkusen. Después, con un gol anulado al propio Torres en un córner en el que el balón había salido antes de llegar, en el segundo parlo a la cabeza del delantero madrileño.

Hay veces que esa aportación le vale a los rojiblancos para imponerse. Hoy no. Los alemanes fueron un equipo complicado. Con tensión, con velocidad y con lucidez (aunque sin demasiados alardes). Siempre un paso por delante del Atlético. Lo mejor para los de Simeone, los 90 minutos que se disputarán en el Calderón. Serán los que digan si el conjunto del Manzanares tiene, por segundo año consecutivo, un sitio en los cuartos de final de la Champions League.