Y si la justicia pone en peligro la paz...

Madrid

“Estamos obligados a investigar los delitos de lesa humanidad”. Las palabras del expresidente colombiano César Gaviria, pronunciadas en la inauguración del Foro por la paz en Colombia organizado por EL PAÍS y la Fundación Buen Gobierno, adelantaban el que iba a ser uno de los grandes asuntos de la jornada. Cuando poco después añadía que “la Corte Penal Internacional no puede ser un obstáculo para la paz” y adelantaba que “Colombia va a aplicar su propio modelo de justicia”, el debate estaba servido.

Hasta dónde se puede llegar con la justicia sin poner en peligro el proceso es de hecho uno de los grandes retos de esta negociación. El exjuez Baltasar Garzón, aún admitiendo matices, ha respondido a Gaviria recordando que la impunidad no es una opción

Ante ese planteamiento, el israelí Shlomo Ben Ami, que es vicepresidente del Centro Internacional Toledo por la Paz, ha recordado que éste es un proceso más político que legal, y por tanto, no se puede poner pegas a lo que finalmente acepte el propio pueblo colombiano.

El exguerrillero salvadoreño Joaquín Villalobos, que asesora al gobierno de Santos en esta negociación, ha destacado que ve el proceso en un punto de no retorno, aunque es importante evitar que se alargue

Frente a esa irreversibilidad del proceso, el británico Jonathan Powell, ex jefe de gabinete de Tony Blair y con experiencia en la negociación con el IRA, ha advertido de que la situación no estará resuelta aunque se llegue a un acuerdo. “Cuando se firma, las partes aún no se fían completamente la una de la otra. Van a necesitar apoyo internacional para el momento del desarme”.