Lavillenie juega con fuego en Praga
El francés se clasifica para la final de salto con pértiga con dificultades. Pablo Torrijos se clasifica para la final de triple salto
El salto que libró a Lavillenie de la eliminación / ALBERTO POZAS
Está felizmente clasificado para la final, y con total probabilidad se va a proclamar Campeón de Europa de pista cubierta, pero el francés Renaud Lavillenie – recordman mundial de la prueba – ha jugado con fuego en Praga y por poco se queda con un palmo de narices y sin pasar de ronda. El galo ha entrado en la final en una precaria séptima posición – entraban los ocho primeros – con susto incluido: ha empezado a saltar sobre 5.70 metros, y no lo ha hecho hasta su tercer y último intento. Con mucha altura sobre el listón, Renaud Lavillenie ha hecho valer su récord mundial de 6.16 metros conseguido hace un año, mientras su hermano pequeño Valentin también entraba en la final en última posición.
Un salto que ha causado euforia en la grada, pero que mucha menos ilusión ha generado en el cuadro técnico español: el salto válido del astro francés ha enviado inmediatamente al banquillo al catalán Didac Salas, que a pesar de haber conseguido una nueva marca personal (5.60 metros) se ha quedado a un puesto y un nulo de la tan ansiada final. Una final en la que cualquier cosa que no sea una victoria de Renaud Lavillenie sería tanto una decepción como una sorpresa.
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“Tengo que demostrarme que estoy bien”
Sin buenas sensaciones y con el reloj en la mano, pero con la seguridad de poder ir a por el oro. El sevillano Kevin López se ha metido a las semifinales de 800 metros en una temporada en la que no ha hecho grandes marcas, pero en la que está haciendo sus mejores entrenamientos: “Vengo más nervioso y tenso que otras veces, he entrenado bien pero tengo incertidumbre. Me falta demostrarme que estoy bien”, ha dicho el vigente subcampeón europeo mientras se ponía de puntillas en la cámara de llamadas para ver cómo su amigo Luis Alberto Marco caía en su serie clasificatoria.
Kevin López pasó a semifinales de 800 / ALBERTO POZAS
No está su gran rival, el polaco Adam Kszczot, y López sabe que es su oportunidad para proclamarse campeón de Europa: “Hablo del oro como puedo hablar de meterme en la final”, pero reconoce que sus rivales de este año no son tan duros de roer como el polaco. Junto con él, David Palacio ha conseguido meterse a semifinales por tiempos.
Pablo Torrijos a la final
No es el primer atleta que se queja de la pista del O2 Arena de Praga, y no parece que vaya a ser el último: Pablo Torrijos, la última y más brillante joya de la cantera castellonense de saltadores, ha entrado en la final de triple salto con un intento de 16.51 metros y tener buenas sensaciones. “Voy a por todas en la final”, ha dicho el castellonense a sabiendas de que sus dos máximos rivales, el rumano Marian Oprea y el portugués Nelson Évora, no pasan por su mejor momento y él sí. Sus dos compañeros, Jorge Gimeno y Sergio Solanas, se han quedado a las puertas de la final.
El último pase a semifinales de la mañana lo ha conseguido Josephine Onyia en las vallas, mientras su compañera Caridad Jerez caía sin opciones de pasar por tiempos. También han caído todos los hombres del 400, con trifulca incluida entre Pau Fradera y un atleta turco después de varios empujones en la pelea por la calle libre.
